miércoles, 31 de agosto de 2016

Lapbook Madre Teresa y Misioneras de la Caridad



El año pasado (2015) Xhonané Olivas de Familia Católica me invitó a desarrollar un lapbook (libro de solapas) de alguna orden religiosa. Mi hija escogió a las Misioneras de la Caridad y fue el lapbook que hice. 

Con motivo de la próxima canonización de la Madre Teresa, domingo 4 de Septiembre de este año, te comparto el lapbook: instrucciones y recortes, para que lo puedas hacer en familia. Hay algunas cosas que debí haber cambiado pero ya no encontré el archivo modificable, por ejemplo, ya no es Beata, sino Santa, revisar la cantidad de religiosas que pertenecen a la orden, etc. Pero, en general, creo que este trabajo puede servirles para conocer o recordar lo que hizo Madre Teresa durante su vida en la Tierra. Nosotros estaremos haciendo esta actividad el viernes en preparación de la canonización. 

Te comparto este trabajo que hice con gusto, esperando que te sirva para reflexionar en familia sobre la vida de Madre Teresa y de la obra que fundó con las Misioneras de la Caridad. 

¡Bonito y bendecido día!



Para descargar los imprimibles y las instrucciones presiona el botón.




martes, 30 de agosto de 2016

Inicia la aventura: 1 Diciembre 2013

Después de que mi esposo y yo hablamos de las desventajas que había investigado, decidimos empezar a hacer homeschool. Esto fue a mediados de Noviembre de 2013. La idea era terminar el ciclo escolar y empezar en verano. Sin embargo, a los pocos días me di cuenta que mi mente ya no estaba en la escuela, por lo tanto, ya no les exigía igual a los niños. Mi interés en ese momento era que jugaran, que empezaran a ser niños. Así que una tarde hablé con mi esposo y le dije que consideraba que era mejor que los sacáramos en ese momento, porque tampoco me parecía correcto que dejaran de hacer su mejor esfuerzo. Y así fue. Decidimos que esa sería su última semana de clases y en Diciembre de 2013 dejaron de ir a la escuela. En ese entonces mi hija mayor iba en 2° de primaria, mi hijo en 1° de primaria y la pequeña en 2° de preescolar.
Cuando avisé a la escuela no recibí comentarios de la directora general, simplemente era ignorada. Las maestras se mostraron tristes porque no les avisé con tiempo para que pudieran despedir a los niños. Recuerdo especialmente que la maestra de preescolar de mi hija me preguntó por qué la estaba sacando de la escuela. Le comenté que no pensaba cambiarla de escuela, que iba a empezar a darle las clases yo. Su rostro cambió inmediatamente, se entristeció y me dijo: “Tan inteligente que era la niña”. Esto me habló un poco de la percepción que tiene la sociedad: la mamá es capaz de alimentar bien a sus hijos sin ser nutrióloga, puede curar a sus hijos sin ser doctora, pero no es capaz de educar a sus hijos sin ser maestra.
La actitud de la directora de preescolar fue muy grata. Me abrió las puertas, cualquier duda que tuviera podía ir a preguntar, me dijo que mi hija era bienvenida en el momento que necesitara y que me deseaba mucho éxito. Nunca ha pasado por mi mente regresar a los niños a la escuela, así que no la veía como plan B por si eso de educarlos en casa no funcionaba, pero me alegró sentir que alguien confiara en que tenía la capacidad de educar a mis hijos y que, para cualquier duda, podía contar con su apoyo. 

Con lo anterior quiero decirte que, tomes la decisión con seguridad. Estoy segura que la mayoría de las mamás podemos hacer homeschool, todas tenemos la paciencia necesaria, créeme, si yo he aprendido a ser paciente, cualquiera puede ser paciente.  También creo que tenemos las capacidades para ayudar a nuestros hijos a aprender, para guiarlos. No necesitamos saber todo, simplemente confiar en que Dios nos ha llamado a educar a nuestros hijos y, para ello, nos ha dado las herramientas necesarias. Sé, con seguridad, que nos podemos sentir plenas y realizadas al realizar con éxito la misión más importante que tenemos que es ser mamás. Y claro, que también se puede compaginar con actividades adicionales. Simplemente, aquí me tienes compartiendo nuestra pequeña experiencia. También hay mamás que empiezan un pequeño negocio con los niños, otras que venden por catálogo o siguen apoyando en la empresa familiar. Estoy plenamente convencida de que podemos, pero a veces, nuestro mayor obstáculo somos nosotras mismas. 
En cuanto a la familia, mi mamá estaba feliz, mi papá estaba dudoso pero optimista. En general mis tíos y estaban dudosos, creo que, hasta cierto punto preocupados, pero siento que me veían como caso perdido, pues ya tener 5 hijos era demasiado, haberlos tenido en parto natural, sin anestesia, lactar al 100%, etc. Sentía que ya para ellos era inútil tratar de convencerme de hacer las cosas como el estándar de la sociedad. Por lado de la familia de mi esposo, creo que no recibió ningún comentario, ni positivo ni negativo, simplemente nos desearon suerte, siento que sin tener muchas expectativas de lo que podríamos lograr. 
En general, no he tenido la experiencia de que rechacen la decisión de educar a los niños en casa, más bien, siento que, en algún punto, hasta mi mamá ha dudado de que vaya bien, pues más de nuestro primer año de homeschool fue prácticamente dedicado a que mis hijos jugaran, a adaptarnos a los cambios, a descubrir el hilo negro, en fin, todo lo que ya te conté en la entrada de desescolarización (si no la has leído puedes acceder a ella aquí).
He conocido familias que han batallado para convencer a uno de los cónyuges, generalmente al papá. A muchas mamás lo que les ha ayudado es que sus esposos escuchen o lean la experiencia de otros esposos, a veces hablar entre hombres les hace sentir más tranquilos, por eso arrinconé a mi esposo para que me diera su punto de vista y poder compartirlo a través de este blog. También creo que les ayuda ir viendo los progresos de sus hijos. Lo ideal es que papá y mamá estén convencidos, en el mismo barco, pues vendrán días difíciles y el apoyo mutuo es muy importante para poder superarlos. Pero en caso de que estés haciendo homeschool sin el apoyo completo de tu esposo o que lo hagas como mamá soltera, el soporte de un grupo de apoyo te ayudará mucho a superar esos momentos de crisis normales en el homeschool de todas las familias. Hasta ahorita no he conocido una sola familia que no haya tenido esos días en que parece que nada sale bien. Cuando lleguen, recuerda que eso también va a pasar y busca el apoyo de quienes están a tu alrededor.
Te dejo esta liga de un video que habla justamente de cómo afrontar la decisión de hacer homeschool con quienes nos rodean.Puedes acceder a él desde la foto. 

Por ahora, aquí dejo la aventura, pero seguiré contándote más adelante. 

lunes, 29 de agosto de 2016

Desescolarización


Muchas familias empiezan a hacer homeschoool este ciclo escolar y una de las dudas es la desescolarización, la cual es un tiempo en el cual te desprogramas, junto con tus hijos, de todo el sistema escolar, los miembros de la familia aprovechan para conocerse más e ir buscando una rutina que se ajuste a las necesidades de la familia. En este periodo lo importante es centrarse en la familia, en gustos de cada quien, convivencia, mucho juego, etc.
Te cuento cómo la vivimos nosotros. Cuando sacamos a los niños de la escuela en Noviembre de 2013, recibí algunas propuestas de su parte. La primera era darme más beca para mis hijos, cuando la rechacé, me dijeron que los dejara terminar el semestre escolar, es decir, que continuaran yendo el mes de diciembre para que hicieran los exámenes y asistieran a posadas y demás convivios previos a Navidad. En cierta forma, esto se me hizo tentador, que los niños fueran por última vez a convivir con sus compañeros y maestras. El problema, es que antes de la convivencia se atravesaban los exámenes. Estos no me daban ningún beneficio. El tener la boleta con calificaciones hasta Diciembre, no me daba certificado escolar de todo el ciclo y si sometía a mis hijos a la presión de estudiar. Así que decidimos que tampoco irían en diciembre, a pesar de que nos ofrecían que fueran sin pagar colegiatura.
Por fin, el 1° de Diciembre, mis hijos oficialmente estaban desescolarizados. Nuestra primera decisión fue: dejarlos jugar. Habían estado sometidos a tanta presión con escuela y gimnasia que las mañanas las dedicaban enteramente a jugar, a convivir, a ser niños y conocerse más entre hermanos. Por las tardes, nos íbamos a la gimnasia. Estaban felices. Así pasamos todo Diciembre y Enero. En Febrero, cuando tenía planes de empezar a descubrir el hilo negro de cómo dar clases, Dios nos tenía otros planes. A mi esposo le llegó una oferta de trabajo de otra ciudad y empezamos a explorar la posibilidad de mudarnos. Ya no estábamos atados a la escuela, así que pensar en cambiarnos a medio ciclo escolar no era problema.
Febrero y Marzo los pasamos analizando esta opción, conociendo la nueva ciudad, empacando, haciendo mudanza, cerrando asuntos en una ciudad y adaptándonos a la nueva, etc. Así que tampoco tuvimos un inicio de clases formal. Sí hice algunas pruebas en este periodo. Lo primero fueron un par de clases con los libros de texto. Fue una experiencia que no me gustó. Tenía 3 hijos con sus libros y dos bebés inquietos. Cada hijo me preguntaba un tema distinto, aunque estuviéramos viendo la misma materia, cada uno tenía solicitudes distintas: uno quería pegamento y cartulinas, otro quería un equipo de compañeros para hacer la actividad, el otro no sabía leer y quería saber las instrucciones…. Y dos bebés dando vueltas por toda la casa.
Recuerdo que esos días fueron de los que mi esposo me encontraba llorando en un rincón debido a la frustración, tanto mía como de los niños. Así que, lo más sano para todos, fue donar los libros. Sin tocarme el corazón pensando en cuánto nos habían costado los donamos a una amiga que conoce una asociación que da clases a niños de bajos recursos.
Listo, problema resuelto y lección aprendida. Seguir libros de texto no es para nuestra familia. Quiero hacer un paréntesis para aclarar que los libros de texto no fueron para nosotros, pero hay familias numerosas a las cuales les funciona de maravilla. Ya sea que usen libros que les donan otros amigos cuando sus hijos terminan el ciclo o que se vayan a las librerías en periodo de inicio de cursos, cuando están surtidas de guías y libros de texto, a ellas les funciona muy bien seguir este esquema.
Mi siguiente intento fue seguir el método Montessori. No, tampoco fue para nosotros. Eso de estar en silencio y tener la atención enfocada en un solo hijo me volvía loca con los otros 4. Debo aceptar que muy probablemente no apliqué de manera correcta el método, no profundicé lo suficiente o no hice las adaptaciones necesarias para que funcionara en nuestra familia. Pero ese ambiente de silencio no se daba en mi casa. Así que también pronto lo descarté.
Finalmente decidí hacer mi propio intento. Organicé una semana de actividades sobre el sistema solar. Un día vimos qué era e hicieron una maqueta, al siguiente puse un video e hicieron un planeta de yeso, otro día vieron un documental y les busqué una canción de los planetas y el último día los dejé escribir un cuento sobre lo que habían aprendido. El chiste es que todos hicimos todas las actividades juntos. ¡Sí! Éxito total. Eso era lo nuestro, trabajar todos en el mismo tema, hacer las mismas actividades. Empezaba a descubrir cuál iba a ser nuestro camino.
Como te decía, en Abril que ya estábamos instalados pensé en que era buen momento de empezar a ver lo de las clases con mayor seriedad pero Dios nos tenía otra sorpresa. Estaba embarazada. No sé cómo sea tu primer trimestre de embarazo, pero a mí los achaques, el sueño y el hambre me desbalancean. No tenía caso empezar a dar clases si no podía estar al 100%. Así que, durante el embarazo y los primeros meses de mi 6° hijo, los hermanos la pasaron jugando, conviviendo, haciendo equipo. Si hubo intentos aislados de hacer algunas clases, pero básicamente eran para probar diferentes métodos.
Por eso, nuestro periodo de desescolarización fue de más un año. Mi mente y mi vida necesitaron todo este tiempo para irse desescolarizando. Sí hubo muchos días que me sentía presionada por empezar porque se “iban atrasando”, y fueron días en los que me sentaba a llorar cuando llegaba mi esposo, o le hablaba a su trabajo a medio día para que me escuchara. Hubo muchos días muy felices, pero otros emocionalmente muy difíciles. Gracias a Dios, conocí un grupo de mamás que iban empezando homeschool y nos juntábamos cada mes. A veces a escuchar el testimonio de familias con años de hacer homeschool, expertas en Montessori, método clásico, organizamos una posada y una noche para festejar a todos los santos o simplemente nos reuníamos para que los niños jugaran y nosotras platicáramos.
Este grupo de apoyo también fue de gran ayuda, saber que no estaba sola contra el mundo y que lo que me pasaba no era nada más a mí. Por whatsapp compartíamos nuestros éxitos y dificultades, y eso nos hacía sentir más humanas y cercanas, nos permitía identificarnos unas con otras. Te recomiendo mucho que busques un grupo de apoyo. En algunas ciudades es difícil, ya sea por la distancia o porque hay pocas familias que hacen homeschool. Pero, gracias a Dios tenemos mucha tecnología que nos permite estar en contacto con personas que físicamente están lejos.
Así que, no te preocupes si tus hijos pasan desescolarizados un mes o un año. Es bueno tomarse el tiempo para convivir, conocer este nuevo estilo de vida, investigar qué metodología sirve más a tu familia, etc. Mi experiencia personal es que un año sin clases, no pasa nada. Los niños no se vuelven ignorantes, si hay cosas que van olvidando que ya habían aprendido en la escuela, pero, cuando encuentres el método que cubre las necesidades de tu familia, todo ese “tiempo perdido” lo van a recuperar con creces. ¡Ánimo!
No quiero terminar esta entrada sin decirte lo que me hizo falta, lo que pude haber hecho mejor. Ese año de desescolarización lo pude haber aprovechado mucho más si hubiera trabajado hábitos y rutina. Sin ver nada académico, simplemente trabajar en lo que nos iba a hacer los días de clases más sencillos.
Si estás en esta etapa te recomiendo que te enfoques a ver qué estilo de vida les funciona, cómo van a organizar las comidas, quehacer, tiempo libre, etc. No es lo mismo hacer la comida cuando los hijos están en la escuela, que cocinar cuando los tienes a todos junto a ti, unos queriendo ayudar, otros queriendo hacer una actividad, etc. Tampoco es lo mismo recoger la casa cuando estás sola, que cuando vas recogiendo y algún hijo, si no es que más, van “desrrecogiendo” atrás de ti.
Trabajar en hábitos y rutina me hubiera sido muy útil, pero fue algo que no tuve la visión de hacer y que, cuando me lo comentaban, realmente no entendía a qué se referían, no con la profundidad que ahora lo veo. Yo pensaba que tenían buenos hábitos porque llevaban su traste a lavar, ponían ropa sucia en el bote, etc. Pero, para una familia homeschooler, los hábitos deben ir más allá con el fin de tener una vida más tranquila y llevadera. De esto te platico en otra entrada. 

viernes, 26 de agosto de 2016

Narración (Parte 2)

En la entrada pasada sobre narración te conté sobre la evolución que he visto en mis hijos en este año de narración formal. Y digo que narración formal, porque la verdad es que cuando recién empezamos con Nobis Pacem no entendí los beneficios de que narraran y no le di importancia. Así que mis hijos empezaron a narrar 2 o 3 meses después de haber empezado con las clases de Nobis.
Ahora, con un año de experiencia (reconozco que es muy poco, pero en este tiempo he podido ver beneficios y evolución en mis hijos), quiero hacer un pequeño resumen de los puntos importantes que tomo en cuenta a la hora de la narración. Te invito a que pidas narraciones a tus hijos, independientemente del currículo que lleven en casa.

Documentar la narración: Lo primero es que tengo las narraciones de mis hijos en 4 archivos de Word, porque no narran de todas las materias, únicamente de historia, historia de salvación, ciencias y geografía. Así que tengo un archivo por materia. En el mismo archivo pongo la narración de todos. Cada día que vemos la materia pongo fecha, tema y nombre de cada hijo. En los ejemplos que pongo hoy, vas a ver que uno de ellos no quiso narrar, es de los pequeños, así que simplemente no pongo su nombre. Los tres mayores si les toca hacer narración siempre.

Narran justo al finalizar la clase: Es rara la ocasión en que hacen su narración mucho tiempo después de haber tenido clase. Como regla general, terminando de leerles o de hacer actividad, ellos narran. No hay un orden específico, ellos van escogiendo quien narra una vez que ha terminado un hermano. Pero justo ayer, terminando la clase nos fuimos a Misa, fuimos a un pendiente con mi esposo y, de regreso, me quedé en una cita que tenía, así que, por segunda vez, mi esposo les tomó la narración.
Ellos hablan, yo escribo: Por ahora, sus narraciones son orales. Ellos me van dictando lo que recuerdan de la clase y yo escribo. Esto lo hago así porque el objetivo de su narración es que reafirmen lo aprendido. Al irlo narrando lo van asimilando, pues su cerebro tiene que hacer conexiones y estructurar lo que acaban de escuchar, ver y/o hacer.
Escribo tal cual ellos me dictan: Muchas veces me siento tentada a cambiar sus palabras y poner “abierto” en lugar de “abrido". Pero escribo tal cual ellos me dictan. Creo que va a ser muy interesante poder comparar sus propias narraciones cuando volvamos a ver el mismo tema. Además, teniendo un historial de cómo narraban, podremos comparar sus narraciones de ahorita con las que hagan dentro de un par de años. En una de las fotos que pongo en esta entrada, puedes ver que Word subraya un par de palabras, es porque uno de mis hijos me dictó “unos ciudades”, y así, tal cual lo puse.
Cantidad de narraciones: Como te decía al inicio, no hacen narración oral de todo lo que estudiamos. Únicamente son 4 materias las que hacen este tipo de narración: Historia, ciencias, geografía e historia de salvación. De las demás materias, hacen otro tipo de narraciones. A veces me doy cuenta de lo que aprendieron cuando están jugando, porque salen temas que hemos visto en clase, otras veces hacen dibujos o colorean un dibujo de lo que acabamos de ver, una de mis hijas inventa canciones sobre lo visto, cuando llega mi esposo le cuentan lo que más les gustó, etc.  Por ejemplo. Cuando vemos la vida de un santo les doy un dibujo para colorear y, mientras lo hacen, ellos solos, sin necesidad de que yo les diga nada, siguen discutiendo e intercambiando ideas de la vida del Santo que acabamos de leer. Las pinturas de los artistas, también la considero una forma de narración, pues muchas veces, relacionan lo que observaron de la pintura con pinturas anteriores, con otros artistas, con alguna imagen que recuerdan, etc. En algunas ocasiones hacen manualidades de lo que vemos, especialmente a través de los proyectos de historia, etc.
Ahorita no les exijo mucho en cuanto a memorizar mucha información, realmente los dejo que narren libremente, pero, de vez en cuando, les digo a los grandes que traten de recordar nombres y lugares.
Aunque son etapas que todavía no vivimos, va a llegar el momento en que los mayores tendrán que hacer narraciones escritas, primero a mano y después a computadora, tendrán que recordar información más exacta (yo pienso que esto será cuando volvamos a ver todos los temas), podrán relacionar lo visto en ese momento con temas anteriores, etc.
¿Y qué hacemos con las lecturas que no narran? Son simplemente para disfrutar. Lo que yo les leo extra no les pido que narren de ninguna forma, son simplemente para disfrutar en familia.

Te dejo un video de narración de Nobis Pacem (puedes accesar a él desde el logo). Vas a poder observar que su estilo de generar la evidencia es distinto. Ellos guardan las fotos junto con el texto de la narración. Yo guardo las fotos de lo que vamos haciendo en una carpeta aparte y voy haciendo los collages para no tener tantas fotos y poder incluir la fecha y nombre de la clase. Justo como las fotos que he compartido en otras entradas. Hay otras familias que no guardan el texto de la narración (como yo hacía al principio), simplemente escuchan a sus hijos contarles lo que acaban de ver. 

Así que, como todo, puedes adaptar la narración y la documentación a lo que mejor se acomode a tu familia y estilo. Lo importante es que disfruten las clases y vayamos sembrando ese amor por aprender en nuestros hijos. 
Espero que este tema de narración te motive a trabajar con tus hijos, son cosas sencillas, pues realmente no toman mucho tiempo, pero que ayudan mucho a que los niños refuercen lo aprendido.
Nos leemos en la siguiente entrada. 

miércoles, 24 de agosto de 2016

¿Qué convenció a mi esposo para hacer homeschool?

Esta entrada es un poco diferente ya que mi esposo comparte qué fue lo que le llamó la atención y cómo vivió el homeschool los primeros meses. Soy muy pocos los testimonios de papás varones que podemos encontrar en Internet, por eso me interesaba que él diera su punto de vista. Si te interesa que mi esposo profundice sobre algún tema por favor dímelo. Tuve la bendición de que mi esposo estuviera de acuerdo desde un principio, pero no todos los casos son así. Lo que he podido observar es que cuando un hombre escucha a otro hombre, su postura es más abierta.
Por mi parte es todo en esta entrada, te dejo el comentario de mi esposo.
 
A mí me llamó mucho la atención que por medio del homeschool se le pudiera dar una atención y educación más personalizada a los hijos a cualquier hora del día, cosa que en los colegios es difícil, puesto que los grupos son grandes y los maestros difícilmente pueden dedicarles tiempo individual a cada alumno. Aunado a esto, me motivó mucho la idea de que uno como padre conoce mejor a sus hijos que cualquier otra persona y con esto, uno pudiera encausar de la mejor forma los gustos y habilidades de los hijos para que las desarrollen y las apliquen en las áreas de conocimiento que sean de su interés.
La mayor preocupación para mí era que mi esposa tuviera la seguridad sobre su capacidad para enseñar en casa a nuestros hijos, teniendo en cuenta que ambos sabíamos que iba a hacer momentos difíciles, de mucho estrés, de trabajo intenso, sobre todo al principio, que es cuando uno comienza a adaptarse y es cuando hay que buscar, hasta finalmente encontrar, la mejor forma o método de enseñanza que se ajuste a las necesidades y dinámica familiar. 
Sin embargo, con paciencia y perseverancia pudimos encontrar un método, el Nobis Pacem, el cual, después de unos meses de empezarlo a aplicar, nos facilitó mucho las cosas. Una de ellas, por ejemplo, fue la provisión del material de trabajo para las clases, que, en un principio, mi esposa empezó elaborando por cuenta propia, lo cual le consumía mucho tiempo y, además, no seguía ninguna metodología. Eso sí, la decisión y convicción sobre educar a nuestros hijos en casa, siempre la mantuvimos firme.
Cuando tomamos la decisión de elegir Nobis Pacem como método y estábamos ya por pagar los dos primeros planes de estudios y los libros correspondientes, la inversión que esto representaba se me hizo realmente muy por debajo de lo que uno tiene que invertir en una escuela particular de costo promedio, considerando que, aparte de la inscripción y las colegiaturas, que de por sí son gastos fuertes, hay que estar realizando pagos periódicos de muchas otras cosas como: libros, uniformes, cuotas para festivales, etc.
Hoy día veo que la decisión que tomamos está rindiendo frutos y nuestros hijos están aprendiendo de una manera muy diferente, pero efectiva, muchas cosas, que incluso yo nunca vi a esa edad cuando iba en el colegio, como la biografía y obras de músicos y artistas, poesía, literatura clásica y mitología de las culturas antiguas. 

lunes, 22 de agosto de 2016

Narración, mi experiencia en casa (Parte 1)

La narración es un recurso muy importante para nuestro homeschool. Te he enseñado algunos ejemplos de narración que hacemos en casa. Han surgido algunas dudas y creo que es pertinente compartirlas contigo.
Lo primero es que la narración empieza formalmente hasta los 6 – 7 años de edad. Cómo puedes ver, en los ejemplos que he compartido de narración tengo 2 hijos menores de 6 años. Hacen narración porque ellos lo piden, no porque sea algo que yo les obligue a hacer.
Te quiero contar sobre las primeras narraciones de mi hijo de 3 años. Lo primero es que narra cuando él lo pide. Muchas veces está jugando o haciendo otra cosa y no quiere narrar. Por ser pequeño, no lo obligo, así que sus narraciones no son constantes. Lo mismo sucede con el de 4.5 años, aunque él pide narrar más veces que su hermano.
Generalmente, las primeras narraciones de mi hijo menor no tenían que ver con el tema. Me daba la impresión de que captaba una o dos palabras y con eso imaginaba su propia historia. Sus primeras narraciones involucraban a un dinosaurio verde. Después le dio por hablar de un payasito. Y finalmente, olvidó a ambos personajes y narraba lo que le salía de la imaginación. Te dejo algunos ejemplos:
  • Tema - Buscando pelea (Roma y Cartago): Que unos señores destruyeron un barco verde que tenía un manejo y unos motores. Que destruyeron el dinosaurio del barco. Y un dinosaurio verde destruyó el barco.
  • Tema - El más noble de todos los romanos (César): Que los números se subieron al señor con el barco que era suyo. Y un dinosaurio que otro señor también se subió y mordió al señor. Y una caja se estaba viniendo como un palo.
  • Tema - Población del mundo: Que un payasito estaba comiendo una araña y un león estaba en el techo.

Respecto a las narraciones de mi hijo de 4.5 años. También eran cortas, más constantes y tenían que ver con el tema. Él me narraba de la idea general de lo que habíamos visto. Te dejo también unos ejemplos:
  • Tema - La ciudad construida sobre el pantano (Washington DC): La capital de Estados Unidos era de la ciudad de geografía.
  • Tema - El reino animal y el reino vegetal: Los animales eran vivos y las frutas y verduras también. Todo era vivo.
  • Tema - Salomón: Que Salomón fue el rey.

¿Y qué hacía yo cuando narraban los pequeños? Decirles “Muy bien hijo”, darles ánimo y reconocer su esfuerzo. Mi instinto de mamá me decía que, si los presionaba o menospreciaba su narración, podía dejar de gustarles participar y que, cuando realmente tuvieran que empezar a hacerlo, iban a relacionarlo con una experiencia negativa o poco placentera.
Algo que llamó mi atención en las narraciones de los dos pequeños fue que imitaban a sus hermanos mayores. No en lo que decían, sino en cómo narraban. Generalmente les pido a los grandes que hablen fuerte o que se acerquen a mí cuando vayan narrando para escucharlos bien (que mi casa esté en silencio es cosa rara, siempre hay alguien jugando, cantando, hablando, etc). Como ellos van viendo lo que escribo, a veces me piden que borre tal cosa, que me regrese a tal parte para completar una idea que acaban de recordar, etc.
Lo mismo hacían los pequeños: “Mamá borra esto”, “Vamos a empezar otra vez”, etc. Y ellos veían que yo borrara o me regresara a borrar. Eso, para mí, fue un anticipo a todo lo que iban a poder aprender por imitación, a darme cuenta, con el poco tiempo que llevamos haciendo homeschool, que poco a poco las clases van a ser más fluidas porque los pequeños van a ir aprendiendo mucho de sus hermanos por iniciativa propia. Y confirmación de esto es la actividad de une los puntos que te compartí hace unos días, donde me di cuenta que uno de los pequeños conoce más números de los que yo pensaba.
Tuvimos un receso de clases de mes y medio aproximadamente. Hace un par de semanas que retomamos clases, el más pequeño pidió narrar y, para sorpresa mía ¡empezó a narrar sobre el tema de la clase! Para mí fue increíble cómo él solo pasó del tema del dinosaurio y el payasito a narrar sobre lo que había tratado la clase. Sus narraciones siguen siendo muy cortas, pero ya son sobre el tema.
Mi hijo de 4.5 años también maduró sus narraciones. Ya retiene más información y trata de darle estructura. He visto que va narrando con mayor fluidez. Aquí puedes ver el ejemplo de narración que había compartido en otra entrada. 
Esto te lo cuento para que tengas confianza en tus hijos. El que estén haciendo homeschool no quiere decir que todo va a quedar claro a la primera, sino que, puedes respetar los tiempos de cada niño y, cuando menos lo esperes, va a darse esa conexión en su cerebro que le permitirá alcanzar nuevas metas.
Ahora pasemos a los niños mayores de 6 años para quienes la narración es parte de la clase. Con ellos, he visto que cada uno tiene un estilo.
A la mayor, le gusta poner mucho detalle, pero a veces se enfoca en lo que no es importante. Poco a poco le fui diciendo que es bueno aprender a identificar la información importante. Que es bueno que se fije en nombres, fechas, lugares, etc, que voy leyendo porque eso le permitiría poder seguir investigando del tema y aprender más.  
Cuando mi hijo de 8 años escuchó lo de los detalles importantes, tuvo la iniciativa de ir haciendo su resumen mientras les iba leyendo. Unas veces escribió frases, otras veces fueron palabras clave. Actualmente ya no hace esto, pero es común que en sus narraciones actuales cuente detalles importantes que los demás hermanos pasaron por alto.
Mi 3° hija aún está encontrando su estilo. Hasta ahora sus narraciones se basan en lo que escucha de mí y luego lo vuelve a escuchar cuando sus hermanos narran. Es fácil darse cuenta que los toma como base pues usa las palabras o frases que ellos han usado. En las narraciones de un par de semanas para acá, empiezo a ver que hace su esfuerzo por estructurar su propia narración.
En la siguiente entrada sobre narración, te contaré lo que considero importante de la narración, en lo que me fijo y cuál es mi objetivo de que lo hagan. 

viernes, 19 de agosto de 2016

Clase de artistas con hijos de diferentes edades
















Hace poco compartí por Facebook un ejemplo de narración de historia a diferentes edades. Por si no la viste, te dejo aquí otro ejemplo de narración, pero ahora de ciencias.
  • 3 años: Me gustó que hice un monito con imanes, con piecitos, con pancita, con boquita, con ojitos.
  • 4.5 años: Que los imanes se pagaban en el metal y en otras cosas no.
  • 6.5 años:  Que los imanes se pegan con el hierro por eso con muchos refris parece que afuera tienen plástico y se puede pegar porque adentro tienen hierro. No se pega con la plata, con el oro. El acero tiene muchos metales, pero más hierro que todo. Y los imanes los tienes que pegar sur con norte, si los pegas norte con norte no van a pegar. Tampoco si los pegas sur con sur. Y no se pegan con el plástico, la madera, la cera, el papel, la tela.
  • 9 años: El imán tiene un norte y un sur. El norte y norte no se pegan, se separan o el sur y el sur. Y el norte y sur se juntan. Los imanes no pegan con la madera, el plástico, con la cera y tampoco pegan con unos metales. Todos los imanes pegan en el fierro.
  • 10 años: Los imanes solo pegan en acero o en hierro. El acero es hierro combinado con otros metales. Y eso lo usan para separar las máquinas. El norte y el sur son como dos imanes, si pones norte y sur se acercan, pero si pones sur y sur se alejan, o norte y norte.

Como ves, cada uno retiene diferente nivel y detalle de información, sin embargo, todos ven el mismo tema y hablan de lo mismo, en los juegos, por lo que siguen aprendiendo.

En esta ocasión quiero compartir contigo algunos ejemplos de clase de apreciación del arte que llevamos con Nobis Pacem. El objetivo de ver artistas y sus obras principales es que aprendan a apreciar lo bello y a ser observadores. Esto se refleja en el trabajo que hacen al final de la clase de copiar una de las obras del artista. Ellos tienen el original y van tratando de duplicarlo en una hoja que trae la pintura en escala de grises. Observan los colores, texturas, elementos y todo lo que les parezca relevante para poder hacer un buen trabajo.

Las fotos que anexo son del ciclo pasado, en el que estudiamos a Cezanne, Van Gogh y Rousseau. En general, es una clase que disfrutan mucho. Generalmente lo hacen en dos sesiones para que no se les haga pesado, pero hay ocasiones en que no se sienten inspirados y ni en dos sesiones terminan la obra. Yo decido no presionarlos siempre a que terminen, con el objetivo de no hacer tediosa la clase. Puede ser que una obra no les inspire o que esa semana de plano no despierte el artista que llevan dentro. Todo se soluciona dejando que empiecen con nuevo ánimo la siguiente semana. 








miércoles, 17 de agosto de 2016

Desventajas o contras del Homeschool

      Una de las cosas que me pidió mi esposo que hiciera cuando estábamos en el proceso de decidir si hacíamos homeschool fue que buscara las desventajas. No le preocupaban las ventajas, con lo que habíamos escuchado en la comida estaba convencido. Lo que quería era que yo estuviera consiente de los contras del homeschool para que no me cayeran de sorpresa.
Recuerdo que me di a la tarea de buscar estas desventajas o contras durante un par de días. Fue difícil encontrarlas porque muy pocas personas hablan de ellas, la mayoría de las páginas y blogs se dedican a hablar de las bondades de educar a nuestros hijos en casa.
Finalmente, después de los dos días había logrado hacer una pequeña lista que compartí con mi esposo. Ahora, digo que más bien les llamaría renuncias porque si es algo que acostumbras hacer, muy probablemente tendrás que renunciar a ello, pero no es una desventaja del homeschool en sí. Ciertamente esas renuncias también se podrían hacer debido a otras razones: situación económica, cambio en la dinámica familiar, etc. Estas renuncias no suceden únicamente por hacer homeschool, como es el caso de tenerlos en casa todo el tiempo, únicamente al no escolarizarlos o sacarlos de la escuela tus hijos estarán contigo 24x7. Pero veamos las desventajas que encontré en internet:

  • Renuncias a la vida social de café con las amigas, shopping, etc.: Para mí, esto no representaba problema, pues no tenía el hábito de salir de shopping y no acostumbraba salir con amigas de manera frecuente. La mayoría de las veces, mis salidas eran con hijos (igual que ahora) o con toda la familia, ya fuera solos o con otras familias.
  • Renunciar a recibir un ingreso: En ese entonces, yo ya tenía aproximadamente 7 años que no trabajaba. Sin embargo, cuando dejé de trabajar, fue algo planeado, así que tampoco recuerdo que me haya costado trabajo. Así que una de las sugerencias si están considerando educar a sus hijos en casa es irse preparando desde un principio a vivir con un solo ingreso.
  • Debe gustarte estar con tus hijos: Vivíamos lejos de la familia, así que no contaba con el apoyo de ir a dejar a los niños con familiares para yo poder aprovechar y hacer lo que necesitara. Si se trataba de ir al banco, doctor, etc, trataba de ir en la mañana cuando estaba en la escuela, pero si había que salir en la tarde, lo hacía con los niños. Si estás acostumbrada a que la niñera, abuelita, tía o alguien más se encargue de tus hijos, tienes que tomar en cuenta que ahora tú serás quien estará la mayor parte del tiempo con tus hijos. Hubo un momento en mi vida que si representó un reto pensar en estar en casa todo el día con hijos. Cuando dejé de trabajar, recuerdo que sí me costó trabajo hacerme a la idea que yo iba a estar todo el día con mi hija y, en unos meses, iba a tener a mi segundo hijo. Lo difícil para mí fue aceptar que yo era capaz de darles lo que necesitaban. Tristemente, la sociedad nos vende la idea que a los 2 años es bueno que vayan a la ludoteca, y a los tres ya al kínder porque ahí saben mejor cómo darles estimulación temprana y las actividades que los van a preparar para la escuela. Así que, no es que no me gustara estar con mis hijos, más bien tuve que aprender a confiar en mí y reconocer que era capaz de darles lo mejor.
  • Debe gustarte estar en casa: No soy una persona que se la pase en la calle, así que estar en mi casa también era algo que ya hacía normalmente. 

En resumen, las pocas desventajas que pude encontrar del homeschool ya las vivía o a había renunciado a ellas hacía tiempo. Estaba lista para empezar esta nueva etapa.
En la Parte 3 de nuestro testimonio, mi esposo comparte qué le llamó la atención del homeschool.   

lunes, 15 de agosto de 2016

Une los puntos

Si hay algo que me implica más trabajo es hacer las actividades con los pequeños. Una cosa que me tranquiliza es que su tarea ahorita es jugar y la verdad es que a veces abuso de eso. Hay días que simplemente saco la caja de juguetes y los dejo que jueguen todo el día y otras que les preparo alguna actividad sencilla, ya sea de Nobis Pacem o lo que se me ocurra en el momento.
Hoy fue uno de esos muchos días en los que no tenía nada preparado para hacer con ellos. Fuera de las materias que hacemos en común, no tenía nada que ponerlos a hacer. Gracias a Dios uno de los pequeños me pidió una hoja de unir puntos, actividad que ya habíamos hecho hace algunos meses. Así que rápido busqué unas imágenes en internet para los dos más pequeños, así ellos podrían entretenerse uniendo puntos en lo que seguíamos trabajando en la mesa actividades comunes que únicamente requieren que escuchen lo que les leo y al final lo narren.
Al pequeño le di una hoja de unir los puntos del 1 al 10, para el otro, la hoja le pedía unir los puntos del 1 al 109. Para mi sorpresa, vi que estaba identificando bastante bien números que no hemos visto formalmente (en realidad creo que con ellos no he visto ningún número formalmente, los que saben ha sido por lo que ven de sus hermanos). Pero me acordé de que la vez pasada que unieron los puntos, yo tenía que irle indicando cuál número seguía, y ahora él pudo resolver solo gran parte de la actividad. Algo que él tenía muchas ganas de hacer, me sirvió para ir conociendo los números. De paso, todos los hermanos se contagiaron de las ganas de unir puntos e hicieron algunas páginas de la actividad.

Para mí ha sido muy tranquilizador dejarlos jugar y hacer actividades sencillas con ellos. Me encantaría tener el tiempo para ponerles más actividades, pero, con una familia grande siento que entre menos me complique, menos loca me vuelvo. Aprovechar estas ocasiones que surgen espontáneas me hace sentir que están aprendiendo con cosas que les interesan, por lo que les sacan mucho provecho. Les dejo un par de fotos con la actividad familiar.
Espero que esto las inspire y les de confianza en que no todo lo que hagan debe ser algo super complicado, muchas veces, lo sencillo deja mucho aprendizaje y nos ayuda a mantener nuestra salud mental como mamás, bueno, al menos a mí así me pasa. 
Bonita semana.

sábado, 13 de agosto de 2016

Agendas por hijo

Cuando hacemos homeschool, una cosa importante es encontrar la manera que más funciona a nuestra familia para organizarnos.
Nuestras actividades académicas las llevamos con el currículo Nobis Pacem, del cual les hablaré posteriormente. Les adelanto que Nobis Pacem, tiene la opción de proveer a las familias de planes escolares detallados por grado escolar incluye las materias de matemáticas, escritura, compositores, estudio de artistas, ciencias, geografía, historia, historia de salvación, entre otras. Uno puede elegir comprar el plan completo o nada más comprar el material de las materias que nos hagan falta.
Cuando compras el plan completo de Nobis Pacem te llega un manual con las actividades detalladas de cada materia día a día. Sin embargo, no es obligatorio llevarlas exactamente en ese orden, cada familia tiene la libertad de acomodarlas de acuerdo a sus necesidades.
Cuando es un hijo el que está cursando un grado escolar, lo más práctico es que el plan de estudios se su agenda, ya que le va a decir qué haga cada día. Tomando en cuenta la edad del niño, puede ser que él mismo sea quien lleve la agenda o mamá le ayude.
En nuestro caso, todos llevamos el mismo plan de estudios. Los hermanos chicos, que van en preescolar o menos, tienen sus actividades especiales, pero en muchas materias trabajan con sus hermanos grandes. El día que prefieren jugar en lugar de estar en la clase, los dejo jugar, pues, por ahora, esa es su tarea principal: aprender jugando.
Tengo tres hijos que están en primaria, ¡en el mismo grado!, aunque sus edades son distintas. Es una de las bondades de Nobis Pacem, que no tengo que preparar clases por grado escolar, sino una clase para todos. Para facilitarnos las clases a todos, les hice agendas a los hermanos mayores. Son cuadernos de $20, forrados para que les duren más. Ahí les anoto:
  • Fecha
  • Valor de la semana: lo saco del plan de estudios de Nobis Pacem, nada más para que lo tengan presente. El ejemplo está en la parte inferior de la foto.
  • Compositor clásico que estamos estudiando: únicamente pongo el nombre.
  • Actividades diarias: En algunos casos les pongo qué capitulo deben hacer, como en matemáticas.
  • Espacio libre: Especialmente a mi hija mayor le gusta anotar algo que le haya llamado la atención del día.
  • Libro de lectura personal: Anota el libro que ellos están leyendo.



























    La agenda la puedes usar si llevas un currículo, como Nobis Pacem, o armas tu propio plan de estudios. Yo les comparto con actividades de Nobis porque eso es lo que hacemos en casa.
Tengo que confesar que aun así hay días que no logramos cubrir todo lo que nos proponemos, o semanas que sale un imprevisto y se desajusta todo. Por eso voy planeando semana a semana, mi capacidad de organización y seguimiento no da para más. Pero definitivamente el que ellos sepan qué se espera que hagan día a día ayuda a que todo fluya mucho mejor. 

viernes, 12 de agosto de 2016

Mi cielo en casa


Este blog es de Karla, una amiga que tiene 4 hijos y 5 años más de experiencia que yo haciendo homeschool. En su blog puedes encontrar muchas de sus reflexiones personales sobre el homeschool basadas en lo que va viviendo cada día.
Lo padre de este blog es que vas a poder ver cómo ha ido cambiando el ritmo de vida, las actividades, gustos, necesidades, etc de una familia que ya tiene más años haciendo homeschool.
Además, podrás encontrar recomendaciones de otros blogs del mundo, tanto en inglés como en español, reflexiones sobre la modestia y feminidad y recomendaciones de libros vivos.

 Para entrar a Mi cielo en casa, presiona aquí

Familia Católica

La primera frase que vas a ver al entrar a este blog es: Ideas para celebrar la fe en familia alrededor del Calendario Litúrgico. Creo que después de esto no hace falta mucha explicación, el objetivo del blog está perfectamente resumido en una frase. Pero te cuento un poco más qué podrás encontrar aquí.
La autora es Xhonané Olivas. Si leíste la primera parte de nuestro testimonio, tal vez habrás visto el video de su entrevista en EWTN que me dio mucha claridad sobre lo que es el homeschool, si no lo viste y estás decidiendo o empezando tu homeschool, te recomiendo que lo hagas. Aunque también, si ya tienes un camino recorrido, siempre es bonito escuchar la experiencia de otras familias y aprender de ellas. Aquí te dejo la liga para que puedas leerlo y, si gustas, me dejes un comentario. 
En este blog Xhonané reúne una gran cantidad de material e ideas para celebrar las fiestas litúrgicas en familia. Vas a encontrar recetas de cocina, folders litúrgicos o lapbooks, páginas para colorear, manualidades, recomendaciones de películas, juegos de mesa y material para conocer más nuestra fe católica, etc. También encontrarás un link para adquirir su libro “Año litúrgico en familia” que también trae actividades para celebrar el año litúrgico con la ventaja de que ya no tienes que estar navegando en el blog para encontrarlas. Para México, el mismo libro lo encuentras disponible en la librería escolar de NobisPacem.

Para entrar a Familia católica, presiona aquí

Hola y bienvenidos a mi blog. Me llamo Guetty y tengo 35 años. Después de varias insinuaciones y un empujón por aquí y por allá, estoy iniciando este blog sobre la aventura que ha sido nuestro homeschool o educación en casa de nuestros hijos.
Decidimos empezar a hacer homeschool en Diciembre de 2013. Sé que no es mucho, hay familias que ya tienen hijos en universidad o que ya son abuelos, y su experiencia es mucho más amplia. Sin embargo, me atrevo a compartir mi experiencia porque en México el homeschool es tan desconocido que hace falta hablar más de él. Me he dado cuenta que mi poca experiencia es capaz de dar tranquilidad a quienes están considerando el homeschool o también puede inspirar a otros con ideas de cómo resolver algunas situaciones cotidianas. Creo que me falta mucho por vivir, pero lo poco que he pasado en esta nueva etapa familiar ha cambiado mi forma de ver la vida, mi relación con mi esposo e mis hijos, mis objetivos e ideales, mi relación con Dios, etc.
Y hablando de Dios. Soy católica, y por eso decidí que mi homeschool iba a ser católico y no laico. Y lo digo en singular porque mi esposo no es creyente, sin embargo me apoya y respeta que los niños vayan conociendo la fe católica. Respecto a esto solo quiero decirte que, el que mi esposo no sea creyente, Dios lo ha usado para que yo deje de ser una católica fría y empiece a ser responsable en conocer mi fe seriamente. También es algo en lo que me falta mucho por avanzar, me siento en pañales, especialmente después de conocer familias maravillosas que educan en casa, y otras que tienen hijos en escuela, y llevan su fe de una manera tan bonita, responsable y madura. Por eso considero que apenas voy en el inicio del camino de la fe, buscando salir de la tibieza y esperando agradar a Dios un poquito más cada día. Por eso, en este blog no vas a encontrar nada que vaya contrario a la fe católica y, si algún día lo encuentras, te pido que me mandes un mensaje privado haciéndome la corrección fraterna para salir del error. Una de las obras de misericordia es precisamente esta: corregir al que se equivoca. Nada más te pido que lo hagas con caridad, pues nada de lo que compartiré en este blog será con el fin de alejarte de la fe, al contrario, espero que sea de ayuda para ir integrando en tu vida diaria la fe católica al ritmo que Dios quiera. Ojalá sea más rápido que el mío, porque a veces de plano siento que doy un paso adelante y después dos o tres para atrás.
El hecho de que yo soy católica no limita a que cualquier persona de otra creencia se ponga en contacto conmigo para comentar cualquier cosas sobre homeschool, siempre manteniendo un ambiente de respeto por nuestras creencias religiosas. Aprovecho para agradecer a una buena amiga protestante, su testimonio de vida fue otra de las semillas que Dios puso en mi corazón para que empezara a salir de mi tibieza. Espero que si algún día lee estas líneas sepa quién es ella y sepa que estoy profundamente agradecida por haberme permitido ser testigo de su vida de fe.
Regresando a mi presentación, actualmente tenemos 6 hijos y estoy embarazada del séptimo. Primero Dios, en Octubre-Noviembre 2016 nos conocemos cara a cara. Vivimos en México. Y hablando de mi país, tiene unas semanas desde Mayo de este año, la ideología de género ha invadido más abiertamente México desde la presidencia de la República. Por eso, siento más urgencia de que las familias conozcan y consideren el homeschool como una opción real y factible para formar a sus hijos con valores cristianos, de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia. Necesitamos renovar México y pienso que Dios nos da esta herramienta para facilitarnos la tarea y, no es que en el homeschool todo sea color de rosa, ya te platicaré más adelante, pero sí creo que es más fácil ayudar a nuestros hijos a amar y conocer a Dios pues te permite estar con ellos más tiempo, conocerlos y sembrar la mejor semilla que tú puedas.
Así que comenzamos.