Ahora si, para cerrar estos sencillos consejos, aquí está el tercero. El libro es de 1994, así que no habla de limitar internet, celulares, tablets y otras tecnologías modernas. Pero la idea se entiende. Es necesario dejar un espacio para que los niños recurran a los libros de lo contrario no se harán lectores.
Un ejemplo del libro es que después de la cena se deje una hora sin música, televisión, es decir, sin distracciones. Durante este tiempo, la familia entera se dedica a leer, dibujar o hacer alguna tarea. Lo que generalmente sucedía es que, pasada la hora, la familia seguía con aquello que había iniciado en ese tiempo especial de silencio.
Te dejo aquí una imagen de internet que resume lo visto en este punto de forma muy clara.
¡Ánimo, el Cielo nos espera!
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