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jueves, 8 de septiembre de 2016

Comprar material sin tener un plan

Si te preguntas ¿qué fue lo primero que hice cuando empezamos homeschool? Descansar. Era Diciembre, nos dedicamos a descansar, a dejar de correr para todo, disfrutar las mañanas e irnos en la tarde a la gimnasia con calma y a descansar, descansar y descansar.
Como los niños dejaron de ir a la escuela en diciembre, mi esposo me dio de presupuesto las colegiaturas que iba a pagar ese mes para que comprara material y lo que creyera que iba a necesitar. Yo me fui a la tienda de material didáctico y compré de todo sin tener un plan, lo que veía interesante era lo que echaba al carrito de compras. Me sentía como niña en juguetería.
Ahora sé que hubiera sido mejor empezar a documentarme sobre qué metodología iba a usar, qué creía yo que iba a funcionar a nuestra familia y empezar a leer sobre el tema, mientras los niños empezaban a disfrutar su niñez. Pero a mí ni se me ocurrió hacer un plan, yo estaba tan emocionada que, de la misma manera que decidimos hacer homeschool en un mes sin andar con tantos rodeos, de esa misma manera me lancé a comprar material sin un plan. 
Esto es algo que no te recomiendo. Si estás empezando tu homeschool o lo estás considerando, date un tiempo para ver diferentes opciones. La más obvia es llevar la escuela a casa literalmente. Seguir los libros de texto de cada grado y no complicarte en armar tu propio plan. Esta opción es válida. Una de las primeras familias que conocimos ha hecho esto con sus 7 hijos y han tenido éxito.
Lo ideal es definir un plan de trabajo, ser flexible a irlo ajustando a las necesidades de la familia y, sobre eso, comprar lo que se necesite, ya sea de material o mobiliario. Muchas veces vas a poder usar lo que ya tienes en casa sin necesidad de hacer gastos innecesarios.

Hay algo que me quiero comentarte. El homeschool no equivale a no gastar en escuelas. He visto casos de familias que piensan que sacar a los hijos de la escuela equivale a eliminar para siempre gastos de educación. Efectivamente, el homeschool puede ser mucho más barato que la escuela, pero también puede ser más caro, depende el plan de cada familia. así que no veas el homeschool como $0 en educación para mis hijos.
Educar a los hijos en casa implica invertir (hay que evitar verlo como un gasto, la educación de nuestros hijos siempre debemos verla como inversión) en material, algunas salidas a museos, parques, etc., copias, herramientas de trabajo (tal vez necesites una computadora, internet, impresora, etc), hay quienes invierten en clases particulares para desarrollar algún talento o inquietud particular de sus hijos e, incluso, invertir en un currículo. Sobre esta última inversión quiero contarte con más detalle, pero también será un poco más adelante.
Por lo pronto, ten en mente que homeschool y $0 para inversión en educación son cosas distintas. Ni en las escuelas de gobierno la educación es 100% gratuita, hay que comprar uniformes, algunos útiles, mochila, transporte, etc.
La gran ventaja de educar en casa es que realmente te puedes ajustar a tu presupuesto. Si un mes hubo un gasto extraordinario, ajustas el presupuesto sin la presión de que en X fecha tiene que estar pagada una colegiatura o dar para el paseo, festival, regalo del maestro, fotos de grupo, disfraz de bailable, etc.
Una familia con muchos años de experiencia en la educación en casa nos decía a mi esposo y a mí, cuando estábamos en proceso de decidirnos a hacer homeschool, que, como regla general, las familias que empiezan a educar en casa con la principal motivación de ahorrar dinero, fracasan y terminan regresando a los hijos a la escuela. Ahora que han pasado un par de años lo entiendo perfectamente. El homeschool presenta retos de cambios de paradigmas muy grandes. El proceso de desescolarización es para los niños, pero también para los papás. El cambio de rutina no es automático. No es lo mismo recoger la casa sola, que recogerla con los hijos presentes. Simplemente eso, puede llegar a ser frustrante.
Es por eso que generalmente regresan a la escuela las familias cuya principal motivación es el aspecto económico. No tiene sentido pasar por tantos cambios, tantos ajustes por ahorrar dinero. Prefieren meter a sus hijos a escuelas más baratas o de gobierno que hacer el sacrificio de ajustarse al nuevo estilo de vida.
Por eso, personalmente pienso que hay que seguir considerando la educación de nuestros hijos como una inversión. Qué tan grande o qué tan pequeña, eso lo puedes decidir tú, sin el riesgo de que dejen sin presentar exámenes por no haber pagado colegiaturas, o que cada mes te manden una circular de que ya pagues la escuela, etc.
Si te preguntas qué pasó con el material que compré al inicio. Mucho de ese material lo doné a otras familias. No se ajustaba a la metodología que hemos decidido llevar en casa y no me resulta práctico llenarme de cosas que no se van a usar.  Por eso te insisto en que primero hagas un plan y luego compres lo necesario. Familia Católica tiene un pequeño programa de 10 pasos para iniciar tu homeschool, el cuál te puede ayudar a organizar tus ideas y tener un arranque de ciclo escolar más organizado y exitoso. Te dejo aquí el enlace.
Como siempre, te comparto mi experiencia para que evites mis errores y te sientas más tranquila al iniciar este nuevo estilo de vida.
Dios te llene de bendiciones.
Nos leemos a la próxima entrada. 

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