Si te preguntas ¿qué fue lo
primero que hice cuando empezamos homeschool? Descansar. Era Diciembre, nos
dedicamos a descansar, a dejar de correr para todo, disfrutar las mañanas e
irnos en la tarde a la gimnasia con calma y a descansar, descansar y descansar.
Como los niños dejaron de ir a
la escuela en diciembre, mi esposo me dio de presupuesto las colegiaturas que
iba a pagar ese mes para que comprara material y lo que creyera que iba a
necesitar. Yo me fui a la tienda de material didáctico y compré de todo sin
tener un plan, lo que veía interesante era lo que echaba al carrito de compras.
Me sentía como niña en juguetería.
Ahora sé que hubiera sido mejor
empezar a documentarme sobre qué metodología iba a usar, qué creía yo que iba a
funcionar a nuestra familia y empezar a leer sobre el tema, mientras los niños
empezaban a disfrutar su niñez. Pero a mí ni se me ocurrió hacer un plan, yo
estaba tan emocionada que, de la misma manera que decidimos hacer homeschool en
un mes sin andar con tantos rodeos, de esa misma manera me lancé a comprar material
sin un plan.
Esto es algo que no te
recomiendo. Si estás empezando tu homeschool o lo estás considerando, date un
tiempo para ver diferentes opciones. La más obvia es llevar la escuela a casa
literalmente. Seguir los libros de texto de cada grado y no complicarte en
armar tu propio plan. Esta opción es válida. Una de las primeras familias que
conocimos ha hecho esto con sus 7 hijos y han tenido éxito.
Lo ideal es definir un plan de
trabajo, ser flexible a irlo ajustando a las necesidades de la familia y, sobre
eso, comprar lo que se necesite, ya sea de material o mobiliario. Muchas veces
vas a poder usar lo que ya tienes en casa sin necesidad de hacer gastos
innecesarios.
Hay algo que me quiero comentarte. El homeschool no equivale a no gastar en escuelas. He visto casos de
familias que piensan que sacar a los hijos de la escuela equivale a eliminar
para siempre gastos de educación. Efectivamente, el homeschool puede ser mucho
más barato que la escuela, pero también puede ser más caro, depende el plan de
cada familia. así que no veas el homeschool como $0 en educación para mis
hijos.
Educar a los hijos en casa
implica invertir (hay que evitar verlo como un gasto, la educación de nuestros
hijos siempre debemos verla como inversión) en material, algunas salidas a
museos, parques, etc., copias, herramientas de trabajo (tal vez necesites una
computadora, internet, impresora, etc), hay quienes invierten en clases
particulares para desarrollar algún talento o inquietud particular de sus hijos
e, incluso, invertir en un currículo. Sobre esta última inversión quiero
contarte con más detalle, pero también será un poco más adelante.
Por lo pronto, ten en mente que
homeschool y $0 para inversión en educación son cosas distintas. Ni en las
escuelas de gobierno la educación es 100% gratuita, hay que comprar uniformes,
algunos útiles, mochila, transporte, etc.
La gran ventaja de educar en
casa es que realmente te puedes ajustar a tu presupuesto. Si un mes hubo un
gasto extraordinario, ajustas el presupuesto sin la presión de que en X fecha
tiene que estar pagada una colegiatura o dar para el paseo, festival, regalo
del maestro, fotos de grupo, disfraz de bailable, etc.
Una familia con muchos años de
experiencia en la educación en casa nos decía a mi esposo y a mí, cuando
estábamos en proceso de decidirnos a hacer homeschool, que, como regla general,
las familias que empiezan a educar en casa con la principal motivación de
ahorrar dinero, fracasan y terminan regresando a los hijos a la escuela. Ahora que
han pasado un par de años lo entiendo perfectamente. El homeschool presenta
retos de cambios de paradigmas muy grandes. El proceso de desescolarización es
para los niños, pero también para los papás. El cambio de rutina no es
automático. No es lo mismo recoger la casa sola, que recogerla con los hijos
presentes. Simplemente eso, puede llegar a ser frustrante.
Es por eso que generalmente
regresan a la escuela las familias cuya principal motivación es el aspecto
económico. No tiene sentido pasar por tantos cambios, tantos ajustes por ahorrar
dinero. Prefieren meter a sus hijos a escuelas más baratas o de gobierno que
hacer el sacrificio de ajustarse al nuevo estilo de vida.
Por eso, personalmente pienso que
hay que seguir considerando la educación de nuestros hijos como una inversión. Qué
tan grande o qué tan pequeña, eso lo puedes decidir tú, sin el riesgo de que
dejen sin presentar exámenes por no haber pagado colegiaturas, o que cada mes
te manden una circular de que ya pagues la escuela, etc.
Si te preguntas qué pasó con el
material que compré al inicio. Mucho de ese material lo doné a otras familias. No
se ajustaba a la metodología que hemos decidido llevar en casa y no me resulta
práctico llenarme de cosas que no se van a usar. Por eso te insisto en que
primero hagas un plan y luego compres lo necesario. Familia Católica tiene un
pequeño programa de 10 pasos para iniciar tu homeschool, el cuál te puede
ayudar a organizar tus ideas y tener un arranque de ciclo escolar más
organizado y exitoso. Te dejo aquí el enlace.
Como siempre, te comparto mi
experiencia para que evites mis errores y te sientas más tranquila al iniciar
este nuevo estilo de vida.
Dios te llene de bendiciones.
Nos leemos a la próxima entrada.
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