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martes, 25 de octubre de 2016

Café con mi hijo

Hace unos días compartí contigo que no todo en todo en casa es perfecto. Había tenido un par de días pesados con los niños y no todo había sido color de rosa. Más bien me atrevería a decir que hubo poco rosa esos días. 

Ayer también fue una mañana difícil. Mi hijo nada mas no cooperaba. No al grado de los otros días, lo cual me permitió tener más paciencia, pero estuvo complicado. Gracias a Dios, me hizo una carta y hablamos. Después de un rato pudo relajarse y disfrutar la tarde. Fue tanto el cambio de actitud, que se puso a hacer quehacer con su hermana y trabajaron como un verdadero equipo. En lugar de ver quién hacía menos o por qué el otro hacía lo más fácil, se coordinaron y trabajaron entre los dos. La verdad escucharlos trabajar y hablar así fue música para mis oídos, al grados que al terminar los felicitamos mi esposo y yo y les dijimos que habían ganado unas donitas de canela que habíamos comprado para el día siguiente. 

En la noche, antes de acostarme, leí la carta y consideré necesario responderla en persona. Así que me coordiné con mi esposo para que saliendo nosotros de Misa nos pudiéramos ir a tomar un café o cenar, mientras él cuidaba al resto de los niños. Nada más dependíamos de que el bebé nos diera chance de salir. 

Gracias a Dios el hermanito nos esperó. Fuimos a cenar un café y malteada y un muffin. Fue una plática muy productiva. Me dijo lo que sentía, fuimos revisando cada uno de los puntos de su carta, los fuimos aclarando, viendo cómo podíamos manejar lo que él sentía en futuras ocasiones, viendo opciones para que no se volviera a sentir mal. Tuvimos oportunidad de ver cómo la fe le puede ayudar a superar esas dificultades que le presenta la vida. Le expliqué cómo es que puede poner en práctica todo lo que hemos estudiado. Fue una oportunidad para que él entendiera de manera real de qué le sirve conocer vidas de santos, ir a Misa, rezar el Rosario y las demás prácticas religiosas que hacemos en casa. 

Creo que desde la mañana que le comenté a mi hijo sobre salir por un pastel estaba emocionado, vi una actitud muy positiva en él. Sentirse especial, tomado en cuenta, importante, que su problema no era ignorado vi que hizo que le brillaran los ojos. Fue un detalle sencillo pero siento que ayudó mucho a su seguridad y autoestima. No siempre podemos darnos el lujo de salir a platicar, pero esta ocasión lo ameritaba. Le dije que si el hermanito nacía antes de la noche, le pediríamos al pá que nos trajera un pastelito para cenar en casa. 

De verdad vale la pena hacer esto de vez en cuando con nuestros hijos. A mi me pasa mucho que voy con el ritmo de la vida y no me doy estos espacios personales con mis hijos. Te invito a hacerlo, ya sea planeado o espontáneo, son momentos en que los lazos de confianza y amor se fortalecen y eso es base para su vida futura. 

Nuestra razón para hacer homeschool son nuestros hijos. Démonos la oportunidad de compartir con ellos un espacio exclusivo. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!

martes, 18 de octubre de 2016

Compartiendo nuestra experiencia

El fin de semana tuvimos la bendición de compartir nuestra experiencia de homeschool con familias que estaban interesadas en empezar a educar a sus hijos en casa. 

Gracias a Dios pudimos ir tres familias a compartir nuestro testimonio, una de ellas es la familia del blog Mi Cielo en casa. 

Es muy bonito ver que hay familias que tienen la inquietud de asumir la responsabilidad completa de la educación de sus hijos. Personalmente, recordar cómo empezamos y lo que hemos avanzado me dio mucho aliento a seguir adelante. A veces el avance en muy sutil y pareciera que no hay progreso, pero viendo hacia atrás, puedo decir que gracias a Dios, hemos avanzado en muchos aspectos, no nada mas en el académico. 

Estoy sumamente agradecida con Dios por esta oportunidad que nos dio de compartir lo que hemos vivido en estos casi tres años de homeschool. Me gusta que mi esposo comparta porque siento que a los papás varones les hace bien escuchar la opinión, la motivación, la participación que otro papá ha tenido con el homeschool. 

Ha sido un camino pesado, lleno de retos a superar, pero las satisfacciones cada vez son mas grandes, más frecuentes. También estoy aprendiendo a ver las bendiciones en los pequeños detalles, cosas que paso por alto normalmente. 

Gracias a que un par de amigas muy queridas me han hecho verlo, sé que todas las familias que hacemos homeschool tenemos algo que compartir con los demás. Para quienes empiezan el ver otras familias que van perseverando en el camino les hace sentir que si se puede, que ellos también van a poder. 

Ese es parte del objetivo de este blog, animarte a que seas tú quien se encarga de la educación de tus hijos, en todos los aspectos. Es ir contracorriente, pero con la satisfacción de ver plenamente realizado nuestro papel de mamás. 

Aprovechando esta entrada, te comparto una frase del libro de Catholic Homeschooling, no he tenido chance de hacerlo y creo que queda muy bien con esto de compartir nuestro testimonio y dar ánimo a otras familias que tienen la inquietud de hacerlo:

"Espero que los papás pronto se den cuenta de que la razón por la que deberían enseñar a sus hijos en casa es debido a que es la mejor manera de que lleven una auténtica vida católica en familia."

Yo he sido testigo de esto. El homeschool ha sido una herramienta clave para que la vida de fe en familia esté creciendo. Siento que antes del homeschool ya estábamos estancados en nuestro crecimiento. Doy gracias a Dios por habernos elegido para llevar este estilo de vida. Así que, espera muchos cambios positivos en tu crecimiento de fe si estas por empezar a hacer homeschool católico. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!


jueves, 13 de octubre de 2016

Entrevista a mi esposo - Parte 1

Hace tiempo compartí qué cosas del homeschool le llamaron la atención a mi esposo. Si no la has leído, AQUÍ te dejo el enlace. 

En un poco menos de dos meses cumplimos 3 años haciendo homeschool y, para celebrar, le estoy haciendo una entrevista a mi esposo en partes porque no lo agarro de corridito. 

Esta es la primera parte, te la comparto. Si apenas estás empezando homeschool puede ser una luz de esperanza de que si hay progreso, si ya llevas tiempo, seguro podrás hacer memoria y reflexionar en cómo has avanzado en este llamado a educar a tus hijos en casa. 

¡Ánimo, el Cielo nos espera!



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¿Cómo ves tu relación con los niños?

Una de las cosas que he notado es que ha cambiado su interés por aprender sobre diferentes temas que no necesariamente tienen que ver con lo que ven en sus clases del día o de esa semana. Esto ha hecho crecer mis ganas de buscar explicarles, de la mejor manera, la respuesta a sus preguntas o inquietudes.

La dinámica familiar permite que sea más sencillo que al llegar del trabajo y me encuentrarme con ellos, hay más tiempo disponible para platicar de cómo les fue en el día, de las cosas que les gustan, de lo que aprendieron ese día, o de las actividades que hicieron. En general, platicar de cualquier tema, sin la presión de tener que terminar alguna tarea, preparar un trabajo para el día siguiente o tener que estudiar para un examen. Al mismo tiempo, percibo a los niños con menos estrés, principalmente a los que anteriormente iban a la escuela y generalmente, los veo satisfechos y contentos por las actividades de homeschool que realizaron durante el día. Incluso, aunque yo no les pregunte, ellos me cuentan qué hicieron, en qué trabajaron y me muestran sus trabajos muy orgullosos. Creo que ellos mismos se dan cuenta de sus logros.


¿Qué opinas de que el ritmo de avance no es constante?

No estoy preocupado porque no estoy casado con un esquema de tiempos definidos por la SEP o cualquier institución. Por lo cual, no me preocupa si a mis hijos les toma más o menos tiempo el alcanzar cierto nivel de conocimientos académicos.

Por otro lado, veo que definitivamente los niños van progresando y adquiriendo aprendizaje, es decir, no los veo estancados, hay una evolución, tanto en conocimientos como en habilidades. Veo además que, con respecto a los planes de estudio tradicionales, los niños, a pesar de que pudieran ir atrás en algunas cuestiones, van bastante adelantados en otras. Pero finalmente, no me mortifica o no es significativo para mí el comparar el progreso de mis hijos contra un esquema de progreso preestablecido.

Considero que cada persona es diferente y por lo tanto cada quien aprende a su ritmo de forma distinta y cosas distintas. Al final lo que yo busco como papá es que mis hijos puedan aprender cosas que les sirvan en la vida para ser felices, lograr sus metas y, sobre todo, que ellos aprendan a confiar en sí mismos para que por su cuenta puedan aprender y desarrollarse en lo que sea. Finalmente, puedo cerrar esta idea diciendo “Como todo mundo sabe, nunca se deja de aprender”.


¿Cómo has visto la socialización de los niños?

Mi perspectiva de la socialización es que la mayor influencia para que los niños desarrollen esta habilidad la ejercen los papás, a través de su ejemplo. Si los papás son sociables, es muy probable que los hijos sean sociables. Desde luego, el entorno también afecta esto, aunque creo que en menor medida. La mayor parte del tiempo durante la etapa de infancia y adolescencia los hijos la van a pasar conviviendo con sus papás y, si ellos buscan socializar, sus hijos aprenderán de esto.

La socialización que se da en las escuelas se puede suplir en el homeschool con reuniones periódicas con amigos, familias que también hagan homeschool y grupos donde se hagan actividades. En ningún momento se trata de tener aislados a los niños.

En nuestro caso, nosotros buscamos tener grupos de amigos con los que nos podamos reunir de vez en cuando para convivir. También se han organizado algunos tipos de eventos para realizar excursiones o visitas a lugares de interés, donde también buscamos que se dé la convivencia con otras familias. El uso de las redes sociales facilita mucho ponerse de acuerdo para organizar este tipo de cosas. Así que el tema de la socialización no debería ser motivo de preocupación para decidirse a hacer homeschool. 


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Hasta aquí la primera parte de la entrevista.



Un día divertido

Ayer fue asueto en la ciudad en que vivimos. Habíamos pensado salir, luego se canceló y ya mi idea era descansar. Pero a la mera hora salimos. 

Supuestamente regresábamos como a las 5 a casa porque mi esposo tenía cita con el dentista. Pero a la mera hora se extendió la visita y regresamos a casa pasada la media noche. ¡Qué agusto poder salir en familia sin la presión de que mañana hay escuela! Mi esposo si se fue a trabajar pero los niños despertaron tarde porque acabaron agotados. 

Tuvimos oportunidad de visitar una casa para abuelitos, uno de ellos les dio un concierto con guitarra. Fue una buena experiencia para ellos, compartir un poquito de su tiempo y ver la sonrisa de los abuelitos. Definitivamente, este tipo de actividades es muy provechoso integrarlas a nuestro homeschool. El que los niños compartan de su tiempo, escuchen y platiquen con los ancianitos, creo que les puede dejar mucho en su corazón. Había una abuelita en especial que no se cansaba de dar abrazos, ella nos acompañó todo el tiempo. Estaba muy contenta con la visita. 

También subimos un monte y los niños arrancaron flores. Claro que a medio camino de regreso se cansaron de cargarlas y hasta ahí llegaron. Pero verlos entre la naturaleza disfrutando fue muy bonito. 

En la noche hicimos fogata y comimos bombones. Hacía mucho que no comía bombones asados y estuvieron deliciosos. Antes de compartir la cena, nuestro anfitrión contó un par de historias a los niños a la luz de las velas. Lo disfrutaron muchísimo. Después de cenar, tuvimos un rato para platicar los adultos porque los niños se fueron a seguir disfrutando de la fogata. 

Casi nunca soy espontánea para hacer actividades, pero me alegra tanto haber salido de mi zona de confort y animarme a la aventura. Fue un día lleno de convivencia familiar, con amigos que también ven en su familia el mayor tesoro que pueden tener. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!

miércoles, 12 de octubre de 2016

Esperando al nuevo hermanito

¿Cómo has sido estas últimas semanas de espera? 

Si, el bebé está apunto de turrón. Esperamos conocerlo pronto.
Tenemos tres semanas sin actividades académicas. Algunas actividades de escritura pero no mucho más. Llega un momento en que el cuerpo no me responde igual e, inevitablemente, hay que bajar el ritmo. 

Así que mis hijos han gozado. Uno de ellos dijo que les gusta cuando su mamá está embarazada porque pueden jugar todo el día. Claro que no ha sido puro jugar. He buscado prepararlos para cuando nazca el hermanito, sean capaces de hacerse algunas comidas sencillas, recoger, echar ropa a lavar, etc. Están en una etapa en la que les hace falta mucha supervisión, todavía no hacen las cosas por convencimiento, pero así se empieza. No creo que estén totalmente listos para la llegada del hermanito, pero creo que no morirán de hambre. 

He aprovechado también para recordarles las obras de misericordia, especialmente "Cuidar al enfermo" y, aunque no estaré enferma, si voy a necesitar que ellos apoyen y cuiden de su mamá y su hermanito. 

Además, desde la semana pasada me ha dado por reacomodar algunas cosas de la casa. Por ejemplo, decidí reorganizar los libros. Dudo que al hermanito le preocupe mucho cómo están acomodados, pero así de raras son estas hormonas del embarazo. Saqué algunas cosas de mi cuarto para poder tener el parto en casa, creo que eso si será útil para el bebé. 

Según he escuchado por ahí, es el síndrome del nido. A las mamás nos da por acomodar todo poco antes de la llegada del bebé. Supongo que algo de eso me pasa, porque en cada embarazo me sucede. Todo sea por recibir al bebé en un espacio que le guste... Por ahora, mi casa es un caos, espero terminar de acomodar a tiempo. 

Con mi hijo anterior, que fue con el embarazo que empezamos homeschool, de plano no hice prácticamente nada académico. Se juntaron varios cambios, como ya te conté AQUÍ. Cada embarazo se vive diferente, habrá unos que se puede trabajar más tiempo, otros que habrá que descansarlos mucho más. Doy gracias a Dios que, además del trabajo que implica esperar al hermanito, no tengo que salir corriendo todos los días a llevar y recoger hijos de la escuela, comprar material para sus tareas, lavar uniformes, preparar almuerzos, ir a juntas... nada más de pensarlo ya me siento cansada.  

La facilidad de adaptarte a la situación familiar es una de las bondades del homeschool. Puede ser por parto, por enfermedad o por cualquier otra situación extraordinaria. Se puede utilizar para que nuestros hijos aprendan empatía, caridad, amor al prójimo, paciencia, independencia, etc. No quiere decir que vaya a ser fácil, pero si estaremos formándolos para que, en un futuro, estén mejor preparados para enfrentar una situación inesperada. 

Lo académico, como quiera se recupera, yo he visto que en un par de meses que trabajemos constante, abarcamos una buena cantidad de material, además, nada te impide estudiar en periodo de vacaciones, puedes llevar tu propio calendario. Lo que vale mucho la pena, es reconocer que el aprendizaje que se obtiene de estas situaciones extraordinarias es invaluable, es un aprendizaje que nuestros hijos difícilmente podrán adquirir y practicar en la escuela.

Si te encuentras en una de estas situaciones en las que tienes que hacer una pausa, disfrútalo, no te angusties por pequeñeces que nada mas te quitan la paz y no te dejan hacer ni una ni otra cosa. Estoy segura que, sobre la marcha, vas a encontrar oportunidades de aprendizaje que tus hijos llevarán con ellos toda su vida. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!

lunes, 10 de octubre de 2016

Evolución de escritura de los mayores

Ya compartí contigo una semana de trabajo de mi hija que acaba de empezar escritura de primaria. Ahora quiero compartir contigo cómo ha sido la evolución de escritura de mis hijos mayores. A unas pocas semanas de terminar el segundo libro. 

El primer renglón es de cuando empezaron en libro 1. Al principio tuve que estarles recordando que trabajaran con limpieza, que hicieran su mejor esfuerzo. Cuando hacían un trabajo muy sucio, se los regresaba. En una ocasión mi hijo me mandó su libro con un recado, decía "No me lo regreses", ahí sale en la foto. También les gustaba ponerse calificación y caritas, pero les dije que para jugar tenían otros cuadernos, que este era de trabajo y era importante que aprendieran a trabajar con limpieza y orden. 

El segundo renglón es de finales del libro uno. Ahí ya puedes ver que usaba los círculos verdes tan esperados por mis hijos, también les ponía estrellita. La que tiene tache es la mamá porque a veces se me pasa ponerles la estrellita. La letra ya es mucho más clara y también hacen un trabajo mucho más limpio. 

El último renglón es de como van ahorita. Su letra y atención siguen mejorando, aunque todavía hay veces que se distraen y tienen que corregir errores. 



Cuando me siento un poco desanimada porque siento que no hemos avanzado, me gusta ver trabajos de cuando empezamos. Así es más fácil que reconozca que todo el esfuerzo ha valido la pena. Si eres visual, como yo, guardar trabajos o fotos de lo que han hecho, tenerlos a la vista (yo tengo un corcho en la sala con trabajos de mis hijos), te va a servir como motivación. Nosotras no tenemos cuadros de honor que nos pongan como la maestra del mes, pero recordar lo que avanzamos con nuestros hijos es más que suficiente. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!


viernes, 7 de octubre de 2016

Primer poema, primer dictado

Mi hija acaba de pasar de escritura preescolar a escritura de primero de primaria. Está muy emocionada porque su libro de escritura ya es como el de sus hermanos mayores. 

Aquí te dejo fotos de su primer "semana" de trabajo. Y lo pongo entre comillas porque no fue una semana continua, entre el trabajo de copiado y el dictado pasaron varios días. 

Ella es la primera que hace el libro de escritura de acuerdo a su edad. A los mayores los regresé a primero de primaria cuando empezamos a usar Nobis Pacem. Estoy gratamente sorprendida de que fue una transición natural. El final del libro de preescolar le costó un poco de trabajo pero, siento que el sentir que ya era más grande como sus hermanos, le ayudó a motivarse y volver a trabajar con mucho ánimo. 

Algo que les motiva mucho y que uso desde mis hijos grandes es que les circule de verde lo que escribieron con letra muy bonita y limpieza. Con los mayores he dejado de hacerlo, porque ya escriben tan bien que tendría que circular casi toda la plana. Otra razón por la que dejé de hacer lo del círculo verde con los dos mayores, fue que de pronto ya estaban en mucha competencia entre ellos de ver quién tenía más círculos verdes. Yo les comentaba que compararan sus propias planas, que ellos mismos tenían que superar lo obtenido el día anterior, pero no hubo manera de convencerlos. Y mi corazón de mamá no me debjaba tranquila cuando uno obtenía más círculos que el otro. Como llevan el mismo libro y trabajan a la par, era fácil caer en esta comparación. 

Lo que sigo haciendo con ellos es ponerles estrellitas. Antes compraba pegatinas de estrellitas, pero últimamente las hago con la misma pluma y el efecto es el mismo. A veces hasta siento que les gusta más que yo les haga las estrellas a que sean de calcomanías compradas. 

Los círculos verdes lo he usado principalmente en los días de copiado y en el de dictado casi no los uso. No hay una razón particular o tal vez que ya era demasiado círculo verde. Realmente con copiar un texto su caligrafía mejora muchísimo. 
Las estrellitas las uso todos los días que trabajan. Es algo tan sencillo pero que les motiva mucho. 

El trabajo de copiado lo hacemos de acuerdo al método de Charlotte Mason. Si llevas los libros de Nobis Pacem, al inicio traen una explicación detallada de cómo trabajarlos, por qué cursiva, en qué cosas te tienes que fijar, etc. Si no los llevas, el trabajo de copiado se resume en:
  1. Copiar 3 días un texto, enfocarte en hacer la letra bonita y con limpieza. Ir memorizando el texto.  
  2. El 4° día hacer dictado de ese mismo texto. Previo al dictado permitir que el niño haga un repaso del párrafo para que ponga atención en ortografía y gramática. 
  3. Dictar únicamente una vez, de acuerdo a la capacidad de tu hijo, para que ejercite la atención. 
Es algo tan sencillo pero que da muy buenos resultados. Puedes hacer tu propio material de copiado, simplemente elige un buen texto para copiar (puede ser un libro de literatura, un libro de religión, versículos de la Biblia, etc) y sigue los pasos de arriba. 

Una diferencia que he notado entre mis hijos mayores, que llegaron a 1° y 2° de primaria, y mi 3° hija, es que los grandes nada más usan cursiva para su trabajo de escritura. La mayor, de vez en cuando la usa para poner alguna frase sencilla, pero no es la letra que usan de ordinario. 

Con mi tercer hija, que llegó a 2° de preescolar, observé que, de pronto un día decidió escribir todo en cursiva y es la letra que usa de ordinario. 

En otra entrada te muestro el progreso de mis hijos mayores que ya están a punto de terminar su segundo libro de escritura. Para mi ha sido muy motivador verlos avanzar en su escritura. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!



jueves, 6 de octubre de 2016

Frase 009


Nuestra misión como familias homeschooles es formar cristianamente a nuestros hijos para poder transformar la sociedad. Todo lo que hacemos en casa, esas labores que parecen insignificantes y rutinarias, tienen mucha más trascendencia de lo que reconocemos. Pongámonos en manos de Dios para que sea su Santo Espíritu el que nos guíe en este hermoso camino. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!

miércoles, 5 de octubre de 2016

Dos lecciones en un día

Gracias a Dios, el día empezó bien. ¡Ah! me falta contarte cómo han sido estas últimas tres semanas en nuestro homeschool. Prometo hacerlo pronto. Pero hoy empezó bien. Hicimos una actividad, que te compartiré más adelante, y después los niños querían jugar con los legos.


¿Te preguntas qué tan ordenado y perfecto es todo en mi casa? Aquí cómo quedó la sala cuando sacaron los legos. También algunas de las creaciones de los niños. A veces nos estresa más que todo esté en su lugar y no damos espacio para que jueguen y sean creativos. Debo confesar que no siempre los dejo jugar con legos porque los chiquitos no tienen cuidado y, literalmente, toda la casa termina con legos en el piso. Así que la primer lección fue relajarme y darles espacio para que usaran su creatividad, ya habría tiempo para recoger después.


Pues todo bien hasta aquí, pero de pronto empezaron a desaparecer hijos. Pensé que habían terminado de usar los legos y los mandé a recoger, sin obtener respuesta. Bajé a hacer la comida y fueron pocos los que acudieron al llamado de "hora de comer".
Pues resulta que 5 de 7 personas presentes en casa, incluida yo, estábamos mal de la panza. Así que comieron, los que pudieron comer y el resto dormido. Ya viste cómo quedó la casa llena de legos y juguetes. A estas alturas del embarazo, estarme agachando me cuesta trabajo, por lo que necesitaba ayuda. Y fue aquí que se dio la lección sin pensarlo. Les dije a los dos hermanos despiertos, que eran la 3° y el 4°, que era hora de recoger todos los juguetes. 

Al principio no lo hicieron de muy buena gana porque ellos no habían hecho todo el relajo pero les estuve ayudando y poco a poco fueron agarrando el ritmo. Cuando ya estábamos en el piso de abajo, me di cuenta que era una buena oportunidad para mostrarles que estaban haciendo una obra de misericordia. Les pregunté si las recordaban pero tuve que ayudarles. En cuanto escucharon "cuidar al enfermo" los dos dieron: "Esa estamos haciendo mamá, estamos cuidando a nuestros hermanos enfermos al recoger su parte." A partir de ahí, la actitud fue mucho más servicial, pues platicamos que las obras de misericordia hay que hacerlas con amor pues son un regalo para Dios. Bajó otro hijo y, ya desmodorrado, se unió sin problema a la recogida de juguetes. A pesar de ser de los más pequeños, el ejemplo de sus hermanos lo arrastró. Y así quedó la casa después de que trabajamos:

Aprovecha todas las oportunidades que tengas en casa para enseñar a tus hijos. No todo es conocimiento académico, hay que ocuparnos de formar su corazón, esas pequeñas almas blancas que Dios nos encargó. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!

Mapas

Hace un mes hicimos una clase de geografía. El objetivo era que fueran ubicando a México en el Mapamundi y también el mapa de México. 

Hacía tiempo me había topado en internet con una técnica de mapas llamada blob maps. Me pareció interesante y guardé el enlace para algún día aplicarla. Finalmente llegó el día y los resultados fueron muy bonitos. Bueno, ¡qué otra cosa puedo decir si son mis hijos!


Nuevamente, una misma clase para todos (edades 3.5 - 10.5 años) y cada hijo aprende de acuerdo a su nivel de madurez. Estas clases para todos los hijos simplifican mucho las clases para nosotras, las mamás. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!

Frase 008


Una buena amiga, mamá homeschooler, dice que cuando en casa rezan el Rosario, leen la vida del santo del día, van a Misa y hacen su oración personal, ya siente que el día estuvo cumplido. Las materias académicas se van dando por sí solas. Es una buena manera de recordar que Dios nos hizo para ser felices, para llegar a pasar la eternidad con Él. 

La fe viene por los papás, esperar que la escuela o el catecismo semanal sea la principal fuente para que nuestros hijos se acerquen a Dios, es como pensar que darles de comer una vez a la semana es suficiente. Retomemos nuestro papel como papás y ocupémonos de guiar a nuestros hijos a la santidad, para poder gozar juntos de la presencia de Dios por toda la eternidad. El homeschool nos brinda la excelente oportunidad de pasar con ellos todo el día, para poder cuidar su alma y corazón. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!

lunes, 3 de octubre de 2016

Frase 007


   Esta semana te estaré compartiendo frases del primer capítulo del libro Catholic Homeschooling. A handbook for parents de la Dra. Mary Kay Clark. El libro está en inglés, pero algunos capítulos están traducidos. Los puedes consultar en el blog Familia Católica homeschooler AQUÍ

      Este libro nos da muy buenas razones por las cuales es importante hacer homeschool católico. Si no eres católica, en tu fe, puedes encontrar razones de peso para que la incluyas en tu homeschool. Creo que si estás convencida de lo que te sostiene espiritualmente, en mi caso la fe católica, una de tus prioridades será trasmitirlo a tus hijos para que tengan de qué sostenerse en momentos de adversidad. 

¡Ánimo, el Cielo nos espera!


Barcos vikingos

Hace un par de meses hicimos este proyecto de historia de Nobis Pacem y había olvidado compartirlo contigo. Lo único que hice fue ponerles un video corto sobre barcos vikingos y conseguirles cartón. Ellos se encargaron de todo lo demás. Y con todo me refiero a usar silicón caliente (si hubo un par de quemaduras, pero es parte del proceso), cutters, conseguir piedras y plantas para sus naves, idear cómo las iban a armar, etc. Fue una actividad en la que mi participación fue prácticamente nula. Al final, ellos me explicaron los elementos de sus barcos. Los mayores hicieron dos pisos a los barcos, tenían sus compartimentos secretos en los que llevaban almacenados sus tesoros. 

Durante el proceso de armado, la casa se lleno de recortes de cartón, fieltro, plantas, piedras, palitos de madera, etc. Pero es parte del proceso creativo. A veces como mamás nos preocupa que no haya orden en la casa. Pero parte de su aprendizaje es dejarlos que echen a volar su imaginación.

A mi me sorprendieron sus resultados. Y entre los mismos hermanos se motivaban a echarle ganas. Uno de mis hijos si se sintió frustrado porque no le salía tan bonito como a sus hermanos mayores, pero creo que también es parte de aprender a tenerse paciencia y esforzarse para que las cosas les vayan saliendo mejor cada día. ¡Todo es aprendizaje en el hogar! Hasta esas situaciones que parecen adversas. 




Creo que lo mismo pasa con temas como cocinar, ayudar en casa, etc. A veces no les damos suficiente crédito a nuestros hijos. Permite que, con las debidas precauciones, usen la estufa, la plancha, lavadora, etc. Eso les dará independencia y seguridad. Claro que en la cocina habrá accidentes, pero ¿qué chef profesional no se ha cortado? No es que sea algo agradable, pero eso les ayuda a tener más precaución a la siguiente. 

Te cuento que mi hija mayor se rebanó un dedo (literalmente se cortó la tapita de un dedo con la rebanadora para papas). Fue muy dramático porque el pedazo de dedo estaba junto con las papas ya rebanadas y la mano le chorreaba sangre. Tuvo que salir con mi esposo al hospital, pero no le hicieron mayor cosa, nada mas le detuvieron el sangrado y le pusieron una gaza. Desde ese día, tiene mucho más cuidado al usar objetos filosos en la cocina. ¿Me da gusto que le haya pasado eso? No. ¿Creo que es parte de la vida? Si. Unos nos equivocamos de una forma, otros de otra, pero todos tenemos la oportunidad de mejorar a partir de los errores. 

Pero ya me estoy desviando del tema. Esto de estar sin tanta actividad me hace divagar mucho. Tenme paciencia por favor. Nos leemos en la siguiente entrada.

¡Ánimo, que el Cielo nos espera!





domingo, 2 de octubre de 2016

Frase 006



Ahora si, para cerrar estos sencillos consejos, aquí está el tercero. El libro es de 1994, así que no habla de limitar internet, celulares, tablets y otras tecnologías modernas. Pero la idea se entiende. Es necesario dejar un espacio para que los niños recurran a los libros de lo contrario no se harán lectores. 


Un ejemplo del libro es que después de la cena se deje una hora sin música, televisión, es decir, sin distracciones. Durante este tiempo, la familia entera se dedica a leer, dibujar o hacer alguna tarea. Lo que generalmente sucedía es que, pasada la hora, la familia seguía con aquello que había iniciado en ese tiempo especial de silencio. 


Te dejo aquí una imagen de internet que resume lo visto en este punto de forma muy clara. 



¡Ánimo, el Cielo nos espera!

sábado, 1 de octubre de 2016

Frase 005


El siguiente punto para fomentar la lectura es que los niños tengan sus propios libros. Una buena estrategia es regalarles libros en días especiales como cumpleaños, día del niño, etc, en lugar de llenarlos de juguetes. Algunas ocasiones podemos dejar que ellos escojan libremente el que más les gusta (siempre teniendo cuidado que el libro seleccionado no vaya contra nuestros valores) y otras darles libros escogidos por nosotras, así irá aumentando la variedad del contenido. 


No es necesario gastar mucho en libros. Hay varias formas de adquirirlos sin gastar mucho. Por ejemplo:
  • Libros que ya no usan y nos pueden donar nuestros conocidos. 
  • Tiendas de libros de segunda mano. 
  • Libros de dominio público gratuitos en Internet. 
  • Libros prestados de biblioteca pública o que se pueden ir a leer en la misma biblioteca. 
Lo importante no es gastar mucho sino fomentar el gusto por la lectura. Pero recuerda que nada es mejor que el ejemplo, así que, además de leer para ellos como vimos en el punto anterior, es importante que te vean leyendo. 


¡Ánimo, el Cielo nos espera!

viernes, 30 de septiembre de 2016

Frase 004


¡Hola! Hoy les dejo el primero de tres consejos básicos que trae el libro Cómo fomentar la lectura en los niños para que ellos sean lectores. Seguramente ya los conocen, pero no está de más recordarlos. 

Ahorita que las actividades de homeschool están canceladas, hemos dedicado más tiempo a leer juntos. Hasta el más pequeño acerca su libro esperando su turno. Lo mejor es que seguimos aprendiendo y conviviendo por medio de la lectura. Un buen ejercicio para cuando la salud no es la óptima o se atraviesan cosas que nos sacan de rutina. 
Les deseo un bonito fin de semana. 

¡Ánimo, el Cielo nos espera!

jueves, 29 de septiembre de 2016

Pensamiento 003


Nuestro corazón es nada más ni nada menos que el horno donde se forjan los corazones de nuestros hijos. ¡Qué mejor privilegio que formarlos en todos los aspectos! Estar con ellos todo el día es la oportunidad de dedicarnos a formar a nuestros hijos de acuerdo a nuestros valores y convicciones. No significa que va a ser fácil, pero lo que vale la pena requiere esfuerzo y sacrificio de nuestra parte.  

¡Ánimo, el Cielo nos espera!

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Pensamiento 002



Esta frase de San Francisco de Sales me hace pensar en el trabajo de ser mamá. Actualmente no es valorado que la mamá se quede en casa a educar a sus hijos. Pareciera que no vale la pena invertir nuestro tiempo a formar a nuestros pequeños. Pero esto es lo mejor que podemos hacer y, con ello, llegar a la santidad. 

¡Ánimo, el Cielo nos espera!

¿Qué onda con la socialización?

Además de la desescolarización, la socialización es otra preocupación frecuente. Esto fue algo que no se me ocurrió cuando empezamos homeschool. Me di cuenta de esta preocupación cuando ya nos habíamos subido al barco de educar en casa. No representó un problema para nosotros pues eran 5 hermanos en ese entonces, así que tenían de dónde escoger para socializar. Sin embargo, hubo un cambio en uno de mis hijos que me sorprendió y quiero compartir contigo.
El segundo de mis hijos es sumamente serio con otros adultos. Cuando está entre iguales o con nosotros habla, comparte, juego, bromea, sin problema. Pero habiendo otro adulto prácticamente no habla. De esto me fui dando cuenta poco a poco. La primera vez fue cuando tenía como 3 años. Unos amigos fueron a la casa y una comadre me dijo “Ay que bueno, tu hijo ya habla.” A mí me sorprendió mucho porque tenía, al menos año y medio que hablaba súper bien. Fue ahí que empecé a observarlo y me di cuenta que cuando había otros adultos no abría la boca ni para saludar.
Después entró al kínder y las maestras me decían que mi hijo no les contestaba cuando le preguntaban algo, o que les costaba mucho trabajo que contestara. Yo les comenté que era muy serio. Tuvo que pasar como medio ciclo escolar para que él empezara a interactuar con más confianza con sus maestras. Yo estuve muy al pendiente de detectar si tenía problema con alguna, pero siempre me habló bien de ellas. Sus dos años de preescolar, tuvo su maestra favorita, pero de las otras también me hablaba bien. Eso no quería decir que platicara mucho con ellas, pero, al menos, no sentía yo que estuvieran tratándolo mal.
Traté de quitarle esa pena o desinhibirlo. Cuando me pedía un dulce o algo de la tienda, le decía que si se la compraba si iba a preguntar cuánto costaba. Era tal su miedo a preguntar que se paralizaba y empezaban a salirle lágrimas porque no podía ir a preguntarle al de la tienda el costo. Otra cosa que sucedió en su escuela es que al año tenían que hacer 2 mini conferencias en el salón. Cuando le tocaba, preparábamos el tema, lo ensayaba en casa y todo iba muy bien. Pero el día que le tocaba hacerlo ante el salón, no le salía ni pio. Recuerdo que la maestra tenía que acercarse a que le fuera diciendo en secreto el tema y ella lo decía en voz alta. Mi hijito sufría mucho con esas conferencias, recuerdo que le podía ver sus lágrimas a punto de salir porque estaba al frente del salón. Yo, como mamá, no sabía si echarle porras, aplaudirle, salirme, recordarle que ya sabía el tema… era una situación muy tensa.
Fue por eso que decidí llevarlo al psicólogo. Al principio, hubo avance, pero después de un par de meses, se estancó. Así que decidí dejar de llevarlo y predicar con el ejemplo. Recuerdo que en esa época se nos juntaron 4 o 5 fiestas, así que aproveché y en cada una me ponía a cantar en el karaoke. Quería que viera que su mamá era el centro de atención y no pasaba nada. Gracias a Dios, para la última fiesta pidió cantar y sentí que había valido la pena. Poco a poco le fui pidiendo que fuera a comprar las tortillas, leche, etc. Yo lo esperaba por fuera de la tienda y él tenía que hacer toda la transacción.
Cuando salió de la escuela, seguimos trabajando en eso. Cuando menos me di cuenta, él ya no necesitaba que lo esperara por fuera de la tienda para comprar lo que le encargaba, podía ir a preguntar el costo de algo que quisiera comprar, saluda a otros adultos, etc. Actualmente, juega futbol de portero y tiene casi dos meses que empezó a acolitar en Misa.
Me pregunto qué hubiera pasado con mi hijo en la escuela si hubiera tenido que exponer a fuerzas, sin darle su tiempo, su ritmo, para ir agarrando confianza y seguridad. Siento que, en su caso, la “socialización” que brinda la escuela hubiera sido perjudicial para él.
Por otro lado, mi hija mayor, no necesitó de la escuela para ser sociable. Ella con cualquiera se acerca a platicar, jugar, saludar, etc. Y creo que ahora que estudia a su ritmo tiene más tema de conversación que si fuera a la escuela. Respecto a mis otros hijos, cada uno tiene su personalidad, hay unos más sociables, otros menos, pero los extremos son los hermanos mayores: uno tímido y la otra desinhibida.
Esta es mi experiencia. Creo que la escuela no es la fuente de la socialización. Es un recurso que puede ser benéfico o perjudicial, depende de cada niño. Lo más importante es el ejemplo en casa, la seguridad que les brindemos como papás. No espero que mi hijo sea un gran expositor, aunque luego pueden sorprendernos, pero ha llegado a un punto en el que es capaz de pedir algo que quiere o necesita sin paralizarse por el pánico.

Si vas a sacar a tus hijos de la escuela, que la socialización no te cause ruido. Aunque no tengan hermanos, pueden socializar al ir a la tienda, parque, biblioteca, con familia, y, tarde o temprano, conocerá más familias que eduquen en casa y habrá más oportunidad para desarrollar su habilidad para socializar. Si nos centramos en lo importante, las demás cosas se van a dar por añadidura.  
Espero que nuestra experiencia te brinde tranquilidad de que no todo tiene que ser perfecto. hay cosas que esperas cuando sacas a tus hijos de la escuela o decides no meterlos y que no se dan. sin embargo, también te vas a encontrar con sorpresas agradables en el camino y, yo creo, que serán muchas más las sorpresas agradables que las dificultades o carencias. 
¡Ánimo, el Cielo nos espera!
Nos estamos leyendo.

martes, 20 de septiembre de 2016

Abiertos a la vida y otras cuestiones...


Si me has venido siguiendo, te has dado cuenta que hasta ahora, el aspecto de la fe ha jugado un papel muy pequeño dentro de nuestra decisión de homeschool. Ya te había contado yo anteriormente que mi intención era hacer homeschool católico. Creo que al principio no estaba consciente de lo que implica hacer homeschool católico, por eso tuvo tan poca importancia la fe al principio. Sin embargo, Dios ha sido bueno conmigo y me ha ido mostrando por muchos medios a dónde espera que lleguemos.
Una de las cosas que he podido experimentar es estar abiertos a la vida con más tranquilidad, seguir las enseñanzas de la Iglesia dejando de ver a los hijos en términos de cuánto me cuesta cada uno. Pienso que esto es independiente a tus creencias religiosas. El poder invertir en educación de acuerdo a tus posibilidades, te ayudará a no estar preocupada pensando que ya viene el tiempo de pagar uniformes, útiles, cuotas, disfraces, festivales, colegiaturas, transportes, almuerzo, regalo de maestros, fotos y montón de otros gastos que hacen que la lista parezca interminable.
Deja te cuento que originalmente, mi esposo y yo acordamos tener 4 hijos. Para mí era el número ideal porque ya era una familia grande y sentía que a 4 todavía se les podía dar todo lo que se supone les tienes que dar a los hijos actualmente. Cuando quedé embarazada del primero de mis pilones, he de confesarte que si me sentí angustiada. Tres de mis hijos ya iban a la escuela y, aunque en ese momento podíamos seguir pagando colegiaturas, si pensaba que ya para secundaria, prepa o universidad mi esposo iba a tener que trabajar 3 turnos para poder cubrir los pagos. Fue un periodo de angustia inicial y, poco a poco, pasé confiar en que Dios iba a proveer lo necesario.
¿Te das cuenta? ¡Todavía no nacía mi hijo y yo ya estaba preocupada por lo que iba a suceder dentro de 12, 15 o 18 años! Todavía no sabía si era niño o niña, si venía sano o enfermo, y yo ya estaba angustiada por lo que pudiera pasar dentro de más de una década.
Cuando supimos de nuestro segundo pilón la experiencia fue totalmente distinta. Ya habíamos decidido hacer homeschool y, aunque nos estábamos cambiando a una ciudad que no conocía más que de pasada, el saber que yo podía cubrir la educación de mis hijos me ayudó a no sentir esa angustia y recibirlo con alegría. Ya no pensaba en lo que iba a pasar dentro de 12 años, sino en el parto, el embarazo y conocer la ciudad. ¡Qué experiencias tan diferentes! Y ahí comprobé, una vez más que Dios es bueno. Si nos pide estar abiertos a la vida, es porque Él va a proveer lo que necesitamos. Y eso mismo lo he vivido en cuanto a que me ha provisto de una paciencia que pensé que no tenía. Todavía me falta mucho por trabajar, pero definitivamente Dios me ha ido dando la paciencia que hace falta para ser mamá de una familia numerosa.
 Ahora, con nuestro tercer pilón, también he visto que Dios es bueno. Este bebé llega cuando ya hemos encontrado el método que nos funciona como familia. He podido probar algunos pequeños logros como: por primera vez enseñar a un hijo a leer, terminar un ciclo escolar completo, tener amigas que, aunque no todas viven en la misma ciudad que yo, si compartimos muchos intereses comunes y con ellas puedo apoyarme en el tema de la educación de mis hijos. Pero un tema clave para que yo sintiera esta tranquilidad es el curriculum que llevamos. Si quieres irlo conociendo, te invito a que entres a su página, pero definitivamente más adelante te platicaré con mayor detalle cómo cambió nuestra vida de homeschool el llevar Nobis Pacem.
Esta no es la única opción, de hecho, creo que es importante que cada familia investigue responsablemente qué metodología se adapta más a sus necesidades. De la misma manera en que no inscribes a tus hijos al primer colegio que se cruza por tu camino, tampoco uses los primeros libros que te encuentras. Es importante revisar el contenido, la forma de trabajo, los temas, etc. Pero tampoco te agotes tratando de buscar el método perfecto porque en eso se te puede ir la vida. Siempre va a salir un libro más padre, un material más moderno, un currículo más emocionante. Piensa en que la gente no se detiene a meter a sus hijos a la escuela porque la de la vuelta está mejor. Llega un momento en que tienen que tomar una decisión e inscribir a sus hijos. La ventaja es que con el homemschool podrás tomar una base e ir haciendo ajustes de acuerdo a tus necesidades. En la escuela no tienes esa libertad de cambiar temario, ajustar actividades, repasar un tema desde otra perspectiva, etc.
De la misma manera en que no es recomendable cambiar a tu hijo de escuela cada mes o cada año, no es recomendable cambiar de metodología o currículo cada rato. Por eso, toma tu tiempo para investigar y comparar. Haz una prueba de cómo te funciona y, una vez que encuentres lo que te sirve, adelante.
Y esta tranquilidad es lo que me ha tranquilizado en esto de ser familia numerosa. La incertidumbre que sentí al inicio, y que probablemente tú sientas, pasa. Si Dios te llamó a este estilo de vida, no te va a mandar a él sin las herramientas necesarias, al contrario, vas a descubrir talentos que te dio y que no habías usado.
¡Así que ánimo, el Cielo nos espera!

jueves, 8 de septiembre de 2016

Comprar material sin tener un plan

Si te preguntas ¿qué fue lo primero que hice cuando empezamos homeschool? Descansar. Era Diciembre, nos dedicamos a descansar, a dejar de correr para todo, disfrutar las mañanas e irnos en la tarde a la gimnasia con calma y a descansar, descansar y descansar.
Como los niños dejaron de ir a la escuela en diciembre, mi esposo me dio de presupuesto las colegiaturas que iba a pagar ese mes para que comprara material y lo que creyera que iba a necesitar. Yo me fui a la tienda de material didáctico y compré de todo sin tener un plan, lo que veía interesante era lo que echaba al carrito de compras. Me sentía como niña en juguetería.
Ahora sé que hubiera sido mejor empezar a documentarme sobre qué metodología iba a usar, qué creía yo que iba a funcionar a nuestra familia y empezar a leer sobre el tema, mientras los niños empezaban a disfrutar su niñez. Pero a mí ni se me ocurrió hacer un plan, yo estaba tan emocionada que, de la misma manera que decidimos hacer homeschool en un mes sin andar con tantos rodeos, de esa misma manera me lancé a comprar material sin un plan. 
Esto es algo que no te recomiendo. Si estás empezando tu homeschool o lo estás considerando, date un tiempo para ver diferentes opciones. La más obvia es llevar la escuela a casa literalmente. Seguir los libros de texto de cada grado y no complicarte en armar tu propio plan. Esta opción es válida. Una de las primeras familias que conocimos ha hecho esto con sus 7 hijos y han tenido éxito.
Lo ideal es definir un plan de trabajo, ser flexible a irlo ajustando a las necesidades de la familia y, sobre eso, comprar lo que se necesite, ya sea de material o mobiliario. Muchas veces vas a poder usar lo que ya tienes en casa sin necesidad de hacer gastos innecesarios.

Hay algo que me quiero comentarte. El homeschool no equivale a no gastar en escuelas. He visto casos de familias que piensan que sacar a los hijos de la escuela equivale a eliminar para siempre gastos de educación. Efectivamente, el homeschool puede ser mucho más barato que la escuela, pero también puede ser más caro, depende el plan de cada familia. así que no veas el homeschool como $0 en educación para mis hijos.
Educar a los hijos en casa implica invertir (hay que evitar verlo como un gasto, la educación de nuestros hijos siempre debemos verla como inversión) en material, algunas salidas a museos, parques, etc., copias, herramientas de trabajo (tal vez necesites una computadora, internet, impresora, etc), hay quienes invierten en clases particulares para desarrollar algún talento o inquietud particular de sus hijos e, incluso, invertir en un currículo. Sobre esta última inversión quiero contarte con más detalle, pero también será un poco más adelante.
Por lo pronto, ten en mente que homeschool y $0 para inversión en educación son cosas distintas. Ni en las escuelas de gobierno la educación es 100% gratuita, hay que comprar uniformes, algunos útiles, mochila, transporte, etc.
La gran ventaja de educar en casa es que realmente te puedes ajustar a tu presupuesto. Si un mes hubo un gasto extraordinario, ajustas el presupuesto sin la presión de que en X fecha tiene que estar pagada una colegiatura o dar para el paseo, festival, regalo del maestro, fotos de grupo, disfraz de bailable, etc.
Una familia con muchos años de experiencia en la educación en casa nos decía a mi esposo y a mí, cuando estábamos en proceso de decidirnos a hacer homeschool, que, como regla general, las familias que empiezan a educar en casa con la principal motivación de ahorrar dinero, fracasan y terminan regresando a los hijos a la escuela. Ahora que han pasado un par de años lo entiendo perfectamente. El homeschool presenta retos de cambios de paradigmas muy grandes. El proceso de desescolarización es para los niños, pero también para los papás. El cambio de rutina no es automático. No es lo mismo recoger la casa sola, que recogerla con los hijos presentes. Simplemente eso, puede llegar a ser frustrante.
Es por eso que generalmente regresan a la escuela las familias cuya principal motivación es el aspecto económico. No tiene sentido pasar por tantos cambios, tantos ajustes por ahorrar dinero. Prefieren meter a sus hijos a escuelas más baratas o de gobierno que hacer el sacrificio de ajustarse al nuevo estilo de vida.
Por eso, personalmente pienso que hay que seguir considerando la educación de nuestros hijos como una inversión. Qué tan grande o qué tan pequeña, eso lo puedes decidir tú, sin el riesgo de que dejen sin presentar exámenes por no haber pagado colegiaturas, o que cada mes te manden una circular de que ya pagues la escuela, etc.
Si te preguntas qué pasó con el material que compré al inicio. Mucho de ese material lo doné a otras familias. No se ajustaba a la metodología que hemos decidido llevar en casa y no me resulta práctico llenarme de cosas que no se van a usar.  Por eso te insisto en que primero hagas un plan y luego compres lo necesario. Familia Católica tiene un pequeño programa de 10 pasos para iniciar tu homeschool, el cuál te puede ayudar a organizar tus ideas y tener un arranque de ciclo escolar más organizado y exitoso. Te dejo aquí el enlace.
Como siempre, te comparto mi experiencia para que evites mis errores y te sientas más tranquila al iniciar este nuevo estilo de vida.
Dios te llene de bendiciones.
Nos leemos a la próxima entrada.